Ha comenzado la exposición de aspectos introductorios de La Batalla por la Paz. El largo camino para acabar el conflicto con la guerrilla más antigua del mundo (Editorial Planeta Colombiana, Bogotá, 2019, tercera edición). El primer ejercicio residió en “González” y se refiere a opiniones de Felipe González, ex presidente de España y prologuista de la obra citada, cuyo autor es Juan Manuel Santos, presidente de Colombia durante 2010-18.
Se deduce que González y Santos coinciden en lo esencial y se reconoce que el ex presidente colombiano presenta un extenso y convincente resumen de la política y la violencia, en nuestro país, en fin, realiza un interesante y pertinente análisis histórico que se recomienda examinar. En dicho estudio se da relieve al papel desempeñado por Belisario Betancur (BB) en la consecución de la paz; es cierto que fracasó pero su enfoque básico era correcto y la posteridad lo demostró: la paz se obtenía mediante negociación, aunque se tiene la convicción personal de que la obtenida, hasta ahora, es parcial e incompleta pero es innegable que Santos logró el mayor avance de todos los tiempos. La Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia- Ejército del Pueblo (FARC-EP) fue la mayor, la principal guerrilla del país y tuvo la convicción, y la ilusión, de tomarse el poder por las armas y logró, a su favor, una serie impresionante de triunfos militares.
El liderazgo le corresponde, en la actualidad, al Ejército de Liberación Nacional (ELN) y se plantea la siguiente hipótesis: si las Farc-EP tuvo mayor potencia que la versión actual del ELN, puede pensarse que esta organización puede ser vencida al cabo de un proceso pero sería indispensable que el Estado copara sus territorios a los que debería llegar de una forma integral, es decir, con sus rasgos completos y no solo con el militar temporal. BB operó con el criterio “sí se puede” respecto a lograr la paz y reconstruyó la fallida Comisión de Paz de su antecesor, Julio César Turbay, y se considera que “se lanzó al primer gran proceso de paz con las guerrillas” y la falla suele atribuirse básicamente, no al ex presidente, sino a la inmadurez de la guerrilla representada por las Farc-EP.
La guerrilla creía participar en una tendencia latinoamericana general: el reciente triunfo sandinista en Nicaragua, el desalojo de los Somoza, el triunfo castrista en Cuba, y en Colombia ocurrían el asesinato de Rodrigo Lara, el auge del narcoterrorismo, Otto Morales Benítez habla de los “enemigos agazapados”, surgirán los paramilitares, se acentúa el militarismo, el bombardeo a Casa Verde en el régimen de César Gaviria, emerge la llamada Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar.