La obra y figura de Bolívar son proclamadas por todas las naciones, que lo señalan como conductor y guía. Miguel de Unamuno, lo reclama como vástago ilustre de la estirpe y declara que sin él la humanidad hubiera quedado incompleta.
Desafortunadamente ante la crisis que se vive en Venezuela se hace necesario recordar con toda la fuerza del pensamiento las hazañas de nuestro Libertador.
“Tal era el infeliz estado de Caracas, -decía Bolívar- cuando reventó la revolución de los negros, libres y esclavos, enfrentándose a los emisarios de Monteverde. Esta gente inhumana y atroz, cebándose en la sangre y bienes de los patriotas, atacaban al vecindario de Caracas, cometían los más horrendos asesinatos, robos, violencias y devastaciones.”
Bolívar atacaba con rapidez, sorprendiendo las tropas de Monteverde tomó a Barinas. Más tarde los españoles perdieron toda su infantería. La guerra a muerte comenzaba así su exterminio. Monteverde encerrado en Puerto Cabello, dándose cuenta de la perdida de Caracas envió emisarios de paz.
Bolívar entonces entra a Caracas gloriosamente, coronado con flores y ramas de laurel y olivo. Las aclamaciones se mezclaban con los repiques de las campanas y con los acordes de las músicas marciales.
Ahora, en este siglo XXI, Venezuela vuelve a ser violentada, ya no por tropas asesinas españolas, sino por un tirano ignorante sangriento llamado Maduro, que esclaviza a los patriotas venezolanos, cebándose en la sangre y en sus bienes.
Maduro llama hipócritamente a Venezuela “república bolivariana”. Sin embargo sus verdaderas intenciones son las de convertirla en una república comunista. Si se llegaren a cumplir sus deseos, Venezuela seria llamada “república marxista”.
Su propósito, cumplir de rodillas las ambiciones comunistas de Cuba y de Rusia, abolir la propiedad privada para lograr un Estado socialista.
Mientras que Bolívar buscó la libertad de los americanos, cumpliendo el juramento hecho en el monte Aventino, Maduro vuelve a las épocas sangrientas ya superadas. Persigue a los opositores, conduciéndolos despiadadamente hacia la tumba. Ahora quiere una constituyente que será el puntillazo final a la libertad y soberanía del pueblo venezolano
Por ello, imploramos al cielo la resurrección de nuestro Libertador, para que sus ideales recobren vigencia.
Es hora de un nuevo despertar, llevemos a la práctica la última proclama de Bolívar en la que advertía a todos los colombianos: “debéis trabajar por el bien inestimable de la unión. Los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando sus espadas en defensa de las garantías sociales. Colombianos: Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye a que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.”
Levántate y anda Bolívar, el pueblo venezolano te necesita….