¿Cambio o caos? | El Nuevo Siglo
Martes, 4 de Febrero de 2025

Los sucesos de los últimos días, que se suman a multitud de contradicciones y errores, demuestran cómo el cambio prometido durante la campaña presidencial no llegó y, en su lugar, Colombia enfrenta el caos.

La violencia crece, la paz total en el limbo, inútil fue el proceso de conversaciones con movimientos subversivos vinculados a la delincuencia y protuberante la pérdida de autoridad, el incremento de muertes angustia en la crisis del Catatumbo, este problema humanitario registra, hasta el momento, cincuenta mil desplazados. El estallido continúa a pesar de las operaciones militares en la región del norte de Santander que buscan contener la embestida de los grupos armados, especialmente del Eln y no se solucionará con impuestos injustos e inoportunos.

La demagogia se quedó sin fondos, en el 2026 se ejecutará un presupuesto con déficit billonario aprobado por decreto, la salud está debilitada al máximo, el sistema se intervino mal y las reformas anunciadas como parte del “cambio” se hundieron en el Congreso con trámites inconstitucionales y sindicaciones de corrupción.

Para agravar el cuadro, el enfrentamiento del presidente de la República  Gustavo Petro con el mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump, impidiendo la llegada de vuelos con colombianos migrantes extraditados de ese país por no  contar con el cumplimiento de los requisitos exigidos para su residencia e inclusive, en algunos casos, sindicados de la comisión de delitos, no superada plenamente y anunciada mediante trino en reciente madrugada, deja en lamentable posición a nuestro gobierno y crea grandes dificultades para el futuro de las relaciones internacionales con la administración norteamericana.

Por cierto, y se relaciona con la condición humana, el señor Trump resultó elegido con votos de migrantes de diferentes países ya aceptados en los Estados Unidos, quienes comparten el proyecto de negar y controlar la llegada de nuevos residentes a su Nación adoptando medidas desproporcionadas e injustas en muchos casos.

La confusión, el desorden y el desconcierto actuales no se habían visto en la historia de Colombia, imposible adaptarnos a ellos sin volvernos también caóticos. Carece de lógica suponer que el gobierno Petro dará un viraje y corregirá su rumbo, temo que su accionar tienda a incrementar el caos. 

Frente a tan oscuro panorama urge un trabajo político de liderazgo y unidad democrática, la conformación del inmenso movimiento mayoritario que permita el ascenso de un gobierno honesto e idóneo en el 2026. Es el momento de utilizar la creatividad para salir airosos de la incertidumbre y el caos. Superemos el negativismo y las peleas, las cosas pasan y lo que hoy nos parece situación insostenible terminará siendo un recuerdo.  Lo de Petro pronto tendrá fin, ciertamente no hay mal que dure cien años.

Coda- Buen gesto el del expresidente Álvaro Uribe Vélez quien ayudó a que no se agravaran más las discrepancias entre Petro y Trump, olvidando sus diferencias con el llamado ”Pacto Histórico” y pensando en Colombia.