La reciente decisión gubernamental de relevar al señor Director de la Policía Nacional, General William Salamanca, tomó por sorpresa a muchos sectores del país, pues su gestión se había caracterizado por la implementación de estrategias innovadoras y un claro compromiso con la seguridad nacional. Además, venía presentado una serie de proyectos, que permitían pensar en un respaldo incondicional del Gobierno a su gestión, razón por la cual se confirma lo sorpresivo del relevo.
Debemos reconocer al señor General Salamanca su dedicación y entrega al servicio institucional, demostrando especial interés por el progreso y formación del recurso humano, pieza fundamental del éxito policial.
En su reemplazo, el Gobierno ha designado al señor General Carlos Fernando Triana, quien, al igual que su predecesor, se encontraba en uso de buen retiro al momento de su nombramiento. Aunque esta decisión puede ser inusual dentro de las tradiciones policiales, ya se tienen antecedentes en este sentido, cuyos resultados deben ser evaluados por los mandatarios de turno, generadores de la medida. Pero, en este caso, confiamos en el criterio del Gobierno para adoptar decisiones que impactan significativamente la estabilidad y el futuro de la institución.
Nuestra Policía Nacional no solo es una entidad de seguridad, sino una organización de gran trascendencia social. Su misión abarca la protección de la vida, honra y bienes de los ciudadanos, pero también promueve una convivencia pacífica y, además, ha demostrado su capacidad de adaptación a los desafíos modernos, integrando tecnología y estrategias avanzadas para enfrentar el crimen y fortalecer la seguridad, lo que indica que la policía de los colombianos, en los últimos tiempos se viene reformando al paso de la evolución social y tecnología, estrategia desconocida para la sociedad y la clase política que aboga a diario por cambios y ajustes en la institución, que hoy por hoy son de generación espontánea en la fuerza pública.
El General Triana asume este desafío con una trayectoria institucional sólida. Entre sus principales retos estará la consolidación de destrezas que refuercen la seguridad, combatan la delincuencia en todas sus formas y fortalezcan la relación de confianza entre la ciudadanía y la Policía. La modernización y el uso eficiente de la tecnología seguirán siendo claves en este proceso y es fundamental que el Gobierno brinde un respaldo decidido a la Policía Nacional, garantizando los recursos y el apoyo necesario para el cumplimiento de su labor. La seguridad es una responsabilidad compartida y requiere el esfuerzo conjunto de la administración pública y la ciudadanía.
Deseamos éxito al nuevo Director en su gestión, la institución policial continúa siendo un pilar fundamental para la seguridad y el desarrollo del país. Confiamos que bajo su liderazgo se afiancen los valores de disciplina, compromiso y servicio a la nación.