CAMILO HERRERA MORA | El Nuevo Siglo
Sábado, 21 de Enero de 2012

¿Aún son taxis?

El tema del servicio de taxis en Bogotá se ha tornado complejo. Hoy el negocio es distinto de lo que fue pensado.
En teoría son unos carros que pueden recoger personas en la calle y llevarlas a su destino, situación por la cual deben pagar un impuesto por gozar el derecho a prestar este servicio y tienen una regulación especial, porque como todo servicio público debe estar en función de las necesidades de los clientes y no de los prestadores.
Paso seguido se dio la sobreoferta que desembocó en la limitación de taxis, lo que causó el fenómeno de los cupos, que básicamente fue la creación de una nueva forma de activo, en el cual se puede invertir y tener un retorno económico. Esto causó que muchas personas compraran taxis y cupos y los pusieran a trabajar 24 horas en dos turnos, logrando retornos de capital en menos de tres años.
Después siguieron los taxis o carros blancos en los hoteles, que fueron la semilla de un nuevo servicio: taxistas que trabajan por horas, haciendo domicilios o como conductores privados.
Estas situaciones hacen que el servicio no sea público hoy por hoy, y que se preste mal. El foco de rentabilidad causa que se focalice en lograr la cuota diaria que se le debe pagar al dueño (cerca de $ 70.000) y el mínimo diario que tiene el taxista ($ 50.000), que en promedio en Bogotá puede ser de 200.000 para cubrir todos los costos. Para lograrlo, el conductor evita trancones, recorridos largos (a menos que sea al aeropuerto por el recargo), y trabaja a horas y en zonas donde pueda hacer carreras más rentables.
Estas son entonces las razones por las que hoy vemos taxis sin pasajero que no paran cuando se les pide el servicio: están cambiando de turno, van a recoger a alguien, están haciendo una mensajería, hacen vueltas personales o van reservados en un servicio telefónico.
Esto nos deja que los taxis no son como deben ser. Son de transporte privado que se ofrece al mejor postor, bajo la premisa de maximizar sus ingresos y reducir sus esfuerzos; situación que causa que la autorización que tienen con el Tránsito se haya excedido, que estén evadiendo impuestos y que no cumplan con un servicio que cada vez es más necesario. Esto hay que repensarlo.
Colombianada. ¿Si un taxista es cambiado de turno y debe entregar, y lo paran para llevar a una mujer que va a dar a luz, qué debe hacer? Pregúntele al dueño del vehículo.
@consumiendo