CAMILO HERRERA MORA | El Nuevo Siglo
Sábado, 16 de Junio de 2012

Del caso Colmenares  

 

El caso Colmenares sin duda se ha convertido en el foco de la atención pública debido a que están involucradas personas de la alta sociedad guajira y bogotana, lo cual no es común y sin duda tiene culturas muy diferentes, lo que hace que pensemos las cosas con cabeza fría, porque un guajiro hace lo que sea por su descendencia y quizá esto no fue calculado por las otras partes.

 

Hoy, esto llegó al punto de ser noticia diaria de apertura de medios, que los principales abogados del país estén involucrados y que se cree una página en Wikipedia, porque el país siente que esta viendo cómo algunos poderes están manipulando la justicia y que pueden están involucrados en un encubrimiento personas desde Medicina Legal hasta la Fiscalía.

 

El país sigue atónito lo que ya es una lucha de poderes entre la justicia y  la impunidad, donde los medios han tomado la posición de mostrar todo lo que pase para que esto no quede en un limbo jurídico.

 

Este proceso se presenta como un abuso de poder, tal cual en el caso Merlano o incluso en las declaraciones del mismo Vicepresidente de la República que se considera de mejor “clase” que el resto del país. Este juicio no tiene que ver con la muerte de Colmenares en sí, sino con el abuso de poder en el país, la manipulación de la justicia y la lucha por tumbar el precepto de que “la justicia no es para los de ruana”.

El país se descompone lentamente porque cada vez más el temor nos carcome; le tenemos miedo a los violentos, a los poderosos, a los escoltas, a los policías e incluso a las Fuerzas Armadas, y por esto agachamos la cabeza ante lo que ellos digan, dejando que un carro escoltado pase violando todas las normas de tránsito o que un senador ande sin licencia de conducción.

Espero que la tenacidad de Luis Colmenares haga que la muerte de su hijo sea una lección para el país y la condena de los culpables un ejemplo de una justicia fuerte, y que no ocurra que si el joven Cárdenas (o cualquier otro implicado) tuvo que ver, al final del proceso y antes de la sentencia se declare culpable para reducir su pena.

Hoy Colombia necesita que este fallo sea contundente, un ejemplo sin igual y un día virtuoso de nuestra justicia sobre el abuso de poder en el país.

Colombianada. La justicia se acostumbró a la declaración de culpabilidad del implicado, lo cual ha generado incompetencia para demostrar su culpabilidad si no lo hace.