Castigo a violadores de niños | El Nuevo Siglo
Viernes, 6 de Enero de 2017

Por lo menos es dos oportunidades anteriores nos hemos ocupado del siguiente tema.

La cadena perpetua como condena para violadores de niños y otros delitos mayores, es uno de los temas más recurrentes en Colombia. Desde muchos años antes  de la existencia de la meritoria senadora Gilma Jiménez, cada vez que se presentan delitos atroces, de esos que más profundamente ofenden a la sociedad,  surge la idea de modificar la legislación para endurecer las penas, estableciendo la de muerte o la cadena perpetua, modernamente entre nosotros también se han presentado proyectos para sancionar delitos contra menores , si mal no recordamos el senador Roy Barreras presentó uno hace algún tiempo, que parece ideal para violadores de niños como en el caso del sindicado arquitecto Rafael Uribe Noguera.

Se trata de la castración quirúrgica o química que, con algunas dificultades superables ya existe en varios países y estados norteamericanos.

Las penas en la época en la cual vivimos, buscan principalmente dos objetivos: La defensa de la sociedad y la resocialización de los delincuentes.

La pena de muerte, por obvias razones, es la que mejor garantiza la defensa de la sociedad, pero históricamente ha sido una medida que no gusta en Colombia. La cadena perpetua también  garantiza la defensa social, pero en países pobres como Colombia y en la mayoría de las naciones del mundo, resulta casi absurdo alimentar y vigilar delincuentes generalmente jóvenes y enfermos mentales incurables, durante el resto de sus vidas por lo anterior muchos ciudadanos colombianos creeremos que la castración química o quirúrgica debe ser la medida más conveniente por razones de economía y otras de orden práctico.

Desgraciadamente ahora tampoco podemos hacernos ilusiones sobre la efectividad de la legislación colombiana en este campo; lo más seguro será que pronto pasará el impacto del crimen cometido sobre una niña indígena y todo seguirá igual y no habrá pena de muerte ni cadena perpetua ni castración alguna. Amanecerá y veremos, dicen que dijo un ciego.

lujanza@hotmail.com