Comunicación para el gobierno del cambio | El Nuevo Siglo
Lunes, 12 de Septiembre de 2022

Corrupción es usar recursos públicos para compras privadas, y cuentas personales de “tu-y-ter” para divulgar asuntos Institucionales. Erráticos, el gobierno y quienes usufructúan el Capitolio, abusan de la “tu-y-ter-giversación”; falta comunicación de “tú-a-tú”, y a la mayoría de los periodistas o comunicadores sociales nos falta mejorar nuestras competencias de pensamiento crítico, pregunta y escucha.

Sin un buen jefe de Gobierno, que establezca orden programático, ni un avezado jefe de Prensa, que coordine las comunicaciones y maneje las tensiones, quedan expuestas las incompetencias pedagógicas y estratégicas, de relaciones públicas y control de estrés, de quienes no tienen experiencia lidiando con diversos grupos de interés, como la desobligante ministra que *Mina* a los medios.

Las ruedas de prensa deberían implicar orden, retroalimentación e información *común*, convocando para informar de manera colectiva. Sin embargo, la tendencia es compartir, sin filtro de validación, cualquier meme a una muestra de suscriptores que lee aislada de contexto, e interpreta según dicta el sesgado “opinómetro” del irreflexivo grupo.

El expresidente Duque manipulaba usando entrevistas exclusivas y publicidades engañosas. Ahora, quienes lideran las reformas parecen “voceros” del incumplimiento, la grosería y las fake news. Además de proyectar prevención, desidia o altivez, sus improvisadas intervenciones emulan “smartphones rotos”, y su Mensajería Instantánea corrobora que del afán sólo quedan lapsus en las declaraciones, impulsivas lecturas y empobrecidas gramáticas, que inducen a mayores confusiones.

Profesionalicen y democraticen la comunicación de los asuntos Estatales. Aunque nuestra convulsa sociedad urge “desinfoxicarse”, silenciar o desinstalar las alertas-notificaciones equivaldría a huir del ruido escapando del país.

Al margen del error humano, humanicen los canales. Previamente, la Atención al Ciudadano fue sustituida por infinitas llamadas en espera, cíclicas remisiones kafkianas o respuestas “gaslight”, automatizando bots.

Regulen esas anárquicas plataformas; deberían reparar a los colombianos por usufructuar sus datos y “movilizar” la mentalidad de rebaño, explotando indecibles heurísticas, sesgos cognitivos y trucos de contagio social que pusieron de moda al capitalismo, su canibalismo e ignorancia “consumista”, no “comunista”.

Si prometieron clausurar la dependencia petrolera, y gravar las tóxicas “comidas rápidas”, penalicen la “Mensajería Instantánea”, pues sus externalidades incluyen desproporcionadas emisiones contaminantes, incluso cuando hay *cortesía* (‘Think Before You Thank’. OvoEnergy.com, 26/11/2019). Como alternativa, para tratar esa adicción, bajen su dosis adoptando la finita Minus (minus. social/), que permite publicar máximo 100 mensajes.

La propietaria de la cuenta @MarinSanna se identifica como Primera Ministra de Finlandia; en una socialdemocracia madura, debería asumir el costo político de sus imprudencias renunciando. Jamás tuvo en tela de juicio su chaqueta de cuero; aquí, el bullying a la MinMinas empezó porque era filósofa, y luego porque Vestía tenis.

¡Ah Bestia!, dio papaya para que muchos sigan ejerciendo como *subpresidentes* o críticos de moda, desde Twitter. Medios versus Fines, un gobierno reformista debería entender la influencia de la comunicación en la gestión del cambio.