Definitivamente en este nuestro país, a cada paso estamos presenciando situaciones vergonzantes o salida de lógica. La más reciente vergüenza la vimos protagonizada por el Dr. Camilo González Poso, el delegado del gobierno a la mesa de diálogo con las disidencias de las Farc, una persona seria, estudiosa y acompañada de buenas intenciones, a más de capacidad para adelantar la delicada misión que le fue asignada por el señor presidente de la República.
Es por ello que en diferentes esferas causó extrañeza esa comunicación que desencadenó un galimatías de marca mayor, por las connotaciones que el hecho conlleva en el ámbito legal, político, oficial y social del país, a más de la usurpación de poderes o autoridad que no le han sido asignadas, para tomar decisiones reservadas a una instancia de jerarquía superior.
Como es de público conocimiento por el cubrimiento de los medios y redes de información, el Señor delegado, sin medir las consecuencias y alcance de sus palabras, en el tercer punto de un comunicado para prensa, manifestó: “Los Integrantes de la Mesa de Diálogos de Paz entre el Gobierno Nacional y el Estado Mayor Central de las Farc- EP, en pleno y por invitación de las autoridades electorales, estarán presentes en Popayán el próximo 29 de octubre en el acto protocolario de apertura de la votación para todo el país, que se hará desde esta ciudad”.
Como ven mis amables amigos y lectores, no es para menos que las voces autorizadas del ámbito electoral, como lo son el señor Registrador Nacional del Estado Civil y el señor Presidente del Consejo Nacional Electoral, se manifestaran a más de sorprendidos, totalmente contrarios a esta posición que aún no hemos entendido, y más como lo venimos sosteniendo, generada de una persona con esos alcances de negociador, que hasta la fecha ha demostrado.
Pero de cara al escrito y ante la avalancha de reclamos, quejas y demás manifestaciones, sería saludable que nuestro representante en la mesa de diálogo le explicara al país a qué se debió la inclusión de esta supuesta invitación, a un grupo que se encuentra, hoy por hoy, en un proceso de negociación, y si el cacareado comunicado es de su autoría, porque el texto en físico trae la firma de nuestro representante en la mesa, lo que le da valor y esencia.
Ahora, para la fuerza pública este tipo de comunicados son desconcertantes, porque ellos a más de cumplir la ley, son unos defensores a ultranza de la Constitución, sin detenerse a pensar en los obstáculos, amenazas y riesgo que deban sortear. Sin embargo, estas manifestaciones o acercamientos a grupos disidentes, por estratégicos que sean dentro de unas negociaciones en curso, no tienen buen recibo y generan confusión al interior de las tropas.
Sabemos que el tema esta saldado, escuchemos al Dr. Camilo González.