Los expresidentes de la República que generan mayor controversia son Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos Calderón; jamás se votó a favor de alguno de ellos y se contempla seguir en dicha línea. Se examinará, en esta ocasión, lo relativo a Santos con base en algunos artículos pertinentes divulgados en medios bogotanos de información, cuya disponibilidad es resultado de interés ocasional y no de búsqueda sistemática o “científica”.
El primer texto es “Santos Impune”, a cargo de Vicky Dávila (Semana edición No. 1946), y el título es elocuente: se arguye que Santos posee la habilidad requerida para obtener tal resultado. A Dávila la mueve “lo ocurrido con la financiación de la segunda vuelta de su reelección” pero previamente cita otros casos, incluyendo resultados de sus propias revelaciones, y que involucran al ex Fiscal General Néstor Humberto Martínez, Alex Vega, Roberto Prieto, Gerardo Zambrano, etc.
Antonio Caballero, en “Canto a Mí Mismo” (Semana, No. 1923) describe al ex presidente como un ser poseído de enorme vanidad por la serie de importantes personajes mundiales que le rinden pleitesía: el Papa, FMI, Putin, Xi Jinping, los reyes de Noruega, Suecia y España, Isabel II, Trump, Tony Blair, Felipe González, Piñera, Macri, Bachelet, Chávez, Maduro. Aunque se aleja del tema planteado, Caballero indica que en Colombia manda la DEA: “Tanto el presidente Duque, como el fiscal Martínez y el ministro Botero parecen, y a lo mejor son agentes de la DEA.Y en calidad de tales gobernaron guiados por un único propósito: combatir la producción de las drogas que los Estados Unidos consumen pero no producen”. Santos propone “una tímida legalización” que no es acogida por el presidente Duque quien sugiere la “lucha frontal” apoyado por Uribe Vélez. El influjo de la DEA se observa, también, en la extradición, casos Santrich, Gustavo Moreno y Carlos Bermeo, la política ante Venezuela.
María Isabel Rueda, en “¿Cómo se financió la reelección?” (El Tiempo, julio 7, 2019), sostiene “Y el acuerdo de paz se ha convertido…en un parapeto para que al ex presidente Santos y su gobierno se le perdonen absolutamente todas sus equivocaciones” v.g. el acuerdo de paz quedó chueco, las disidencias, el aumento en la producción de coca, se volaron Santrich, Márquez, el Paisa, Gentil Duarte, Romaña. Rueda considera que “los 3850 millones de pesos que llegaron al Partido Liberal, de parte de Odebrecht, se convirtieron en una financiación irregular pero la financiación irregular de las campañas solo vino a ser delito desde el 2017, por lo que se da por descontado que a Juan Manuel Santos no le va a pasar absolutamente nada.”