En la plazoleta principal de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, para beneficio de la ciudad, el próximo 31 se inaugurará la obra donada por el maestro venezolano Carlos Cruz Diez, artista cinético con reconocimiento mundial, quien estableció una relación original de color, espacio y tiempo.
A pesar de la pandemia, con el visto bueno de la Alcaldía y la supervisión de la fundación que lleva su nombre ha sido posible culminar un trabajo vinculado a la toma de conciencia de la inestabilidad de lo real, a la utilización óptica para que el instante se convierta en perpetuo, dejó un gran legado que se exhibe de manera permanente en distintos sitios, entre otros en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en el Tate Modern de Londres, en el Wallraf Richartz Museum de Colonia, en el Museo de la Estampa y Diseño Cruz Diez en Caracas.
En las urbes dichos espacios impulsan colores con independencia de la forma, arte y vida son una misma cosa, el maestro quería que la gente viera más allá, eso concuerda con el propósito universitario de vislumbrar metas, de perfeccionar calidad, de extender conocimientos, de fortalecer la presencia ciudadana en lugares que inviten a meditación y creatividad.
Los esfuerzos por mejorar la condición del centro de la capital durante los últimos años con participación de los sectores público y privado son notorios, en particular en una zona de universidades con desplazamiento permanente de estudiantes, falta bastante por hacer, pero perseveramos en la labor de convertir sitios propicios en franjas activas y vibrantes.
Motivo de satisfacción que Bogotá cuente en adelante con una obra que se suma a las exhibidas en el museo del Canal de Panamá, a la inaugurada en Askana Kazajistán, al arco de la inducción cromática de más de nueve metros de diámetro que se destaca en el Parque Metropolitano de Quito, Ecuador: a la espectacular fusión de colores organizada por el artista a la salida del metro Odeón en el barrio Saint Germain de Paris: a la plataforma de color auditivo instalada en el aeropuerto Simón Bolívar de Maiquetía, en Venezuela, ícono de los viajeros.
El arte es parte del ser humano, de su propia condición, a nuestras ciudades les hace falta dentro de los proyectos de renovación urbana incluirlo en el diseño de obras públicas, en parques, puentes y avenidas, ojalá que se tenga en cuenta dentro de la programación y ejecución de la construcción del metro en la capital de Colombia.
El esteta dijo a la juventud antes de su fallecimiento acaecido en Paris en el 2022: “A mis noventa y cuatro años repito con sinceridad que les ha tocado vivir en una época extraordinaria porque todo está obsoleto, corresponde inventarlo de nuevo, crear un remozado lenguaje político, incrementar la educación, formar emprendedores.” La invitación deben recordarla quienes admiren la inducción cromática que pronto estará cerca de sus ojos. Anhelamos residir en una ciudad segura, culta y amable, en sitios de encuentro positivos.