Cuidado, más que nunca | El Nuevo Siglo
Viernes, 27 de Septiembre de 2024

Necesitamos cuidarnos para evolucionar. El cuidado en el que necesitamos profundizar tiene múltiples dimensiones y conforma un gran todo. Es preciso que ampliemos nuestra consciencia para ejercerlo.

Estamos en un planeta que por naturaleza tiende hacia la entropía, a que los niveles de caos aumenten, de lo cual tenemos evidencia diaria, tanto en lo personal como en lo colectivo. En lo macro, aunque las guerras que más venden en los medios de información son las de Europa Oriental y el Oriente Medio, hay conflictos armados en muchos lugares de África, Asia y América.  En lo micro, a veces no somos capaces de gestionar nuestras diferencias personales e incluso podemos entrar en conflicto permanente con nosotros mismos. Como humanidad estamos repitiendo la historia, por ello necesitamos cuidarnos, aquí y ahora.

¿Qué podemos hacer en lo individual?  El cuidado empieza adentro y desde allí lo podemos proyectar al exterior.  Nuestro autocuidado pasa por el reconocimiento de las emociones que nos habitan, en la consciencia que no somos ellas: la ira, el miedo, la felicidad, la tristeza, la sorpresa y el asco son visitantes, pasajeras, y no tiene sentido pretender que se queden más de la cuenta. Esas emociones tienen correlatos mentales y físicos, por lo que también necesitamos cuidar nuestros pensamientos y nuestro cuerpo, alinearlos con la Divinidad, desde monitorear lo que se nos pasa por la cabeza, hasta ajustar la energía de los chakras, los centros energéticos que mantienen la armonía vital. 

Por supuesto, el autocuidado también pasa por nuestra conexión espiritual. Es aquí donde precisamos ampliar nuestros niveles de consciencia, lo que redundará en el cuidado de los demás seres y el planeta. A mayor nivel de consciencia, mayor cuidado tenemos los unos con los otros. Aquí sigo a uno de los mayores pensadores contemporáneos, Ken Wilber, quien ha abordado de manera magistral la integración entre ciencia y espiritualidad durante cincuenta años. El Modelo Integral de Wilber, de todos los cuadrantes y todos los niveles (AQAL, por sus siglas en inglés) no solo es una guía para la expansión de la consciencia, sino una ruta de cuido.

A medida que avanzamos en la espiral de la consciencia, profundizamos en el cuidado:  en cuanto vamos integrando y trascendiendo el egoísmo básico de la supervivencia y nos llegamos a reconocer mutuamente, incluyendo a la naturaleza y todo el planeta, nos relacionamos más amorosamente con nosotros mismos, con el otro y con lo Otro. El cuidado no es solo lo que me conviene, sino también lo que te conviene a ti, te conozca o no, pienses de manera similar a mí o tu cosmovisión sea totalmente opuesta. Avancemos en el cuidado mutuo, evolucionemos juntos y salgamos de la entropía.

@eduardvarmont