Cuando se tiene la desgracia de vivir en un país en el cual se dan casos -para no decir que abundan casos- de falsos testigos, porque estos se compran, se venden o se regalan, producto de la enfermiza mitomanía, la simple perversidad humana o el interés político igualmente perverso resulta providencial que haya también hombres superiores capaces de aprender el derecho y exponerlo ante los jueces para que estos puedan fallar con justicia, aunque no siempre con la oportunidad requerida.
La libertad concedida recientemente al destacado dirigente político colombiano, ex gobernador de Antioquía, Luis Alfredo Ramos Botero, constituyó, a mi juicio, no solo un importante hecho de la justicia colombiana sino también un triunfo más en la exitosa carrera profesional de su abogado defensor, el jurista Dagoberto Charry R., justamente considerado desde hace varios años, por quienes lo conocemos bien, como el primero, o, en todo caso, unos de los primeros abogados penalistas de nuestro país; además de ser docto, ameno conferenciante y brillante profesor universitario en cátedras de derecho penal, constitucional y otras especialidades que domina.
En 1972, es decir hace 45 años, conocí en Garzón -Huila a Dagoberto Charry, oriundo de Pitalito en ese mismo departamento del Huila. Yo desempeñaba el cargo de Jefe de la oficina seccional de la Procuraduría General en Garzón, y él recién egresado de la facultad de derecho de la universidad libre iniciaba su judicatura como juez municipal del lugar. Desde un primer momento admire su buen desempeño como juez, su liderazgo y su capacidad de servicio a la comunidad a la que orientaba con juiciosos comentarios desde la radio local y otros medios de comunicación. Desde esa época hemos mantenido una amistad sin sombras y he podido seguir de cerca su trabajo intelectual y su carrera como profesional del derecho cada día más exitosa. Por todo lo anterior, si alguien a quien yo aprecio me preguntara sobre un excelente abogado penalista, no vacilaría en recomendarle a Dagoberto.
Durante un breve tiempo el Dr. Charry Rivas hizo parte del Senado de Colombia, lastima grande que no haya regresado a dicha institución en la cual podría aportar mucho a la legislación penal, civil o administrativa de nuestro país colombiano. Todavía hay tiempo para usted Dr. Charry, piénselo seriamente.
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