El imperio de la ley es un concepto jurídico-político que consiste esencialmente en la primacía de la ley sobre cualquier otro principio gubernativo en especial la voluntad, el capricho, la tiranía y cualquier forma de arbitrariedad política. Concepto que en el derecho anglosajón equivale al rule of law.
Y en esencia no es más que la aceptación de la superioridad de la ley por parte de una sociedad y no al contrario como sucede en Colombia, la superioridad de la sociedad sobre la ley.
Esa es la razón por la cual existe en toda sociedad un sistema de normas y dentro de este sistema siempre existe una norma que ocupa una posición superior y que por lo general se denomina fundamental. Así lo entendemos y reconocemos la mayoría de los miembros de una sociedad y lo entendieron primero grandes filósofos del derecho como Kant, Husserl o Kelsen.
El decaimiento del imperio de la ley nos lleva a un escenario en el cual la ley ya no es lo más importante. Lo que impera en muchos casos es la voluntad de un tirano (Venezuela) o un caudillo (Colombia). Y cuando la ley no es lo más importante entonces se acude al azuzamiento de la sociedad para exigir la imposición de lo que la misma sociedad rechaza (reformas u obras). Se convierten las decisiones en ilegítimas. Además, el decaimiento del imperio de la ley genera inseguridad jurídico - política y esto genera finalmente más pobreza.
Pienso en el mosaico elaborado por Frederick Dielman y que representa la ley y que reposa en la biblioteca del Congreso de Estados Unidos. La ley en dicha representación está sentada y lleva en la mano derecha una palma que simboliza el premio y en la otra lleva una espada que simboliza el castigo. Y sobre su pecho lleva la égida de Minerva- Atenea que simboliza la justicia y la sabiduría.
Desde la perspectiva de dicha representación de la ley, “la guerra total” planteada por Hitler fue castigada en los juicios de Nuremberg con la espada de manera ejemplar. No hubo palmas salvo el caso del arquitecto Speer quien fue condenado a 20 años de prisión y Schacht ministro de economía del Reich quien fue absuelto. En los otros casos fue la espada la que predominó materializada principalmente en cadenas perpetuas y penas de muerte por delitos atroces de lesa humanidad.
Muy distinto a la injusticia y ausencia de sabiduría impartida por la JEP, que entregó a cambio de delitos atroces de lesa humanidad -similares a los juzgados por el Tribunal de Nuremberg- muchas palmas y desconoció la espada.
Nos atrae la compasión, el pesar y la ternura hacia los corruptos y dañados… ¡Pobres terroristas son seres humanos… dialoguemos a ver qué quieren!… Nos conmueve mucho más el victimario que la víctima. Nos interesa la verdad del secuestrador y no la del secuestrado. ¿La normalización de lo corrupto es normal?
En el imperio de la voluntad lo fundamental es la voluntad del caudillo... La ley es un obstáculo…