Tal vez Petro se vaya el 7 de agosto de 2026 y respete el término constitucional de cuatro años que tiene como presidente. Se la pase los tres años y algo que le quedan paseando, revolucionando, dividiendo, destruyendo, prometiendo quijotadas como el aeropuerto internacional de La Guajira (muy estratégico para Venezuela, China, Rusia e Irán), ensayando “laboratorios de paz y salud” como Buenaventura y Guajira y agitando a las masas. Vendrá otro presidente que tendrá que ser un ave Fénix…
O tal vez no se vaya (si se reeligió Uribe ¿por qué no él?) o lo suceda su mujer (muy a lo Perón y gobierne por interpuesta persona). Pero lo que sí es seguro es que en el evento en que sí se vaya los efectos de Petro se van a quedar muchas pero muchas décadas...
Una de las opciones que tenemos para lograr anticiparnos a los nefastos efectos de Petro podría ser la gran coalición que propone el exvicepresidente Lleras para poder frenar las peligrosas reformas que propone Petro. ¿Una prueba de fuego para las “fuertes” instituciones colombianas?
¿A qué efectos me refiero? Los laboratorios como Buenaventura (paz), Guajira (salud) y que se replicarán en otros municipios y territorios ancestrales (ya lo veremos…) en los que Colombia sencillamente no existe son un buen ejemplo y cuyos resultados son la violencia en la mayoría de esos experimentos (territorios), la proliferación de micro ejércitos para defender su narco economía por la total inacción y ausencia de las instituciones y de la Fuerza Pública. Todo con el aval y por instrucciones del gobierno. No es que el gobierno no sepa de esto. Claro que sabe, pero no le interesa garantizarle la vida ni la propiedad privada a ninguno. Es más importante entregarle lo que sea a los criminales con tal de conseguir el objetivo (aparente) de la paz total o quién sabe cuál otro. La total narcotización de Colombia. Y así quieren que sea… El gobierno se resignó a la coca y sus efectos violentos en Colombia. De eso vive la mayoría de Colombia. EE.UU. lo sabe…
Aunque digan lo contrario la pésima situación económica actual y la que viene también son un efecto Petro, así como la confianza en Colombia como un país serio e interesante para turismo y negocios. Si el mismo Petro no le cumple una cita a nadie y si la cumple llega tarde, mucho menos cumplirá cualquier crédito o compromiso internacional.
Nos va a dejar muy mal relacionados. Ser amigo de Maduro, Ortega y conmilitones traerá consecuencias reputacionales (económicas) para Colombia. Ya la CPI tiene los ojos en Maduro así los ideólogos de la nueva izquierda latinoamericana, incluyendo a Petro, quieran reintegrarlo a la escena política. Dejar a Colombia integrada en el gran club de perdedores y parias tendrá un costo muy alto… El solo desmonte del gigante burocrático o Ministerio de la Igualdad (el hobby de Francia) necesitará de un Napoleón. Ni hablar del caos en la salud orquestado por el gobierno que no le paga a las EPS (dolosamente)…
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