El retorno de Donald Trump a la Casa Blanca no puede más que calificarse como épico y una bendición. Hacía unos pocos días y mientras Kamala animaba e ilusionaba a las multitudes con un mundo woke, abortos, progresismo e ideología de género basura y de repente alguien en la multitud le mencionó a Jesús y ella le contestó: que estaba equivocado de reunión…o sea, que se fuera de ahí que no era bienvenido con sus ridiculeces (Jesús)…
La abrumadora victoria de Trump en EE. UU. que llevó hasta a los del pueblo Amish a salir a votar en carrozas en contra del demonio que quieren imponer a la brava en todo el mundo, es histórica. Esa cultura que le gusta a Claudia López, quien debe estar llorando en este momento o tal vez pensando en renunciar a sus estudios en Harvard. Ese mundo que nos quiere imponer el progresismo del Pacto Histórico. El que nos venden como si fuera la nueva y única realidad. Aceptar lo inaceptable. Ver como natural lo antinatural. La aceptación del gato que es perro. La ridiculización de los católicos. La estigmatización y persecución de los judíos. La normalización de la cultura trans a niveles presidenciales como si fuera algo común y corriente y los que están muy mal como sociedad son los que aún llevan a sus hijos al colegio o visitan a sus papás o están celebrando un matrimonio católico.
Pues quien se oponga a ellos… y en eso radica toda esa basura de ideología que se acaba un poco con la victoria de Trump, es en catalogarnos como parias, como homofóbicos, xenofóbicos o cualquier otro adjetivo impopular de hoy, cuando en realidad son ellos los homofóbicos, xenofóbicos que no pueden aceptar a nadie que no sea como ellos y piense como ellos. Los narcisos dueños de la verdad absoluta.
El retorno de Trump al poder con el movimiento popular más grande visto en cualquier democracia en el mundo es algo extraordinario. Y, es un fenómeno que debe cuestionarnos sobre qué estamos haciendo en Colombia para que esto nos suceda en el 2026. No podemos seguir convencidos como sociedad de que la verdad y el camino es el que llegaron a profetizar e imponernos una cantidad de ignorantes, degenerados, aberrados, criminales, acostumbrados a caminar en la clandestinidad y en la oscuridad que suele recorrer solo el demonio.
No solo EE. UU. tiene que volver a ser grande de nuevo. Es y será la nación más importante del planeta, sino que todo el mundo tiene que volver a ser grande de nuevo. Y, Colombia lo tiene que ser algún día. Entender que el camino para la prosperidad no es el populismo ni el socialismo y lo que implican. El socialismo solo saca de la miseria a los familiares de los socialistas. Basta con ver el Ferrari y los aviones de los hijos de Chávez y Maduro o los gastos mensuales de Nicolás Petro un “humilde” funcionario público… Difíciles los próximos dos años de relaciones Colombia -EE. UU. A Trump no le gusta Petro para nada…
Juanfelipereyes@hotmail.com