La veeduría nacional del Partido Conservador, bajo la titularidad de la doctora María Eugenia Correa, basada en argumentos y pruebas fehacientes, abrió investigación disciplinaria a siete congresistas de la colectividad que decidieron votar la reforma pensional propuesta por el gobierno nacional, en contravía de lo estipulado por la bancada conservadora y las directivas del partido, que no se comprometerían a apoyar ese proyecto, por cuanto afectaba el régimen de pensiones perjudicando al Estado y poniendo en riesgo al sistema y a sus beneficiarios.
La decisión de este órgano fue fundamentada en el Capítulo 4, “Órganos de control”, Artículo 100 y 102, del numeral 1 de los Estatutos vigentes del partido, que dice así: “Vigilar, investigar y acusar ante el Consejo de Control Ético, si fuere el caso, a aquellos miembros de la Colectividad que infrinjan las normas estatutarias, incurran en conductas que violen las prohibiciones contempladas en el Código de Ética y Disciplinario del Partido o desacaten las políticas y decisiones adoptadas por la Convención Nacional, el Directorio Nacional o los demás órganos directivos del Partido”; y del numeral 2: “ Vigilar, investigar y acusar ante el Consejo de Control Ético, si fuere el caso, a los militantes conservadores que en nombre del Partido ejerzan cargos de elección popular, o hagan parte de la administración pública, cuando quiera que incurran en hechos que atenten contra los intereses del Estado, o cuando su conducta no corresponda a las reglas de la moral y el decoro público”. (el subrayado es mío)
En este orden de ideas, la Veedora Nacional, haciendo uso de sus facultades y consultando con el Consejo de Control Ético del Partido, tuvo que sancionar con 90 días de suspensión de voz y voto en el Congreso, a dichos parlamentarios que se apartaron de las decisiones tomadas por la bancada conservadora, quienes habían acordado votar negativamente aquella reforma por ser inconveniente para el país.
Es claro que esta medida afecta a dichos parlamentarios, pues su función justamente es intervenir en los debates de proyectos de ley que se debaten en el Congreso y desde luego ejercer su derecho al voto, sanción que los ha dejado muy mal parados ante el Partido, el país político y la opinión pública. También afecta a la imagen de la colectividad, pues para el conservador y en este caso para los pensionados, quienes son los directos perjudicados de una medida que perturbe su estabilidad económica, pero en honor a la verdad y justicia, un Partido político, tiene como fin primordial garantizar la democracia, velar por los intereses nacionales del Estado y sus ciudadanos, por lo tanto, el Parlamento como última instancia directa de las propuestas, que surjan de los partidos y las necesidades nacionales, debe ser responsable, por lo tanto un puñado de representantes movidos por otros intereses, no deben ni se pueden unir a propuestas que van en perjuicio de la Nación y desde luego del Partido.
Por tal razón, la Veedora María Eugenia Correa ha obrado en consecuencia, haciendo eco de sus responsabilidades y sin permitir que se atropelle el nombre y dignidad del Partido Conservador. Se espera que el Directorio Nacional, la bancada parlamentaria y la militancia, den el justo respaldo a esta medida, como lo ha hecho la opinión pública y en especial cuatro expresidentes del Directorio Nacional, que manifestaron mediante una misiva dirigida a la Presidenta del Partido, su respaldo a la Veeduría.
Para que un Partido Político progrese, mantenga su apoyo y credibilidad ciudadana, debe acatar su propia disciplina partidaria. Para eso se creó la Veeduría.