¡Dos grandes voces! | El Nuevo Siglo
Miércoles, 24 de Febrero de 2021

Carlos Holmes Trujillo, un político como los que tanto le faltan a Colombia, partió hace casi un mes. Deja a su país la memoria de un hombre de talante y capacidades sobresalientes. Su labor como canciller de la República y al momento de su fallecimiento como ministro de Defensa, demostraron hasta el final su capacidad de liderazgo, así mismo, su experiencia y sus buenas relaciones con diferentes sectores de la política nacional. Ahora parte Herbin Hoyos, una voz resonante que luchó por los derechos de los silenciados. Esos hombres y mujeres silenciados por el terror que azota aún a Colombia, a pesar de la tan llamada “paz”.

A hombres como Trujillo y Hoyos, de seguro se les echará de menos. En principio por quienes compartían sus idearios; sin embargo, son personas que demostraron una labor dedicada, altruista en buena parte y que por encima de todo, defendían los derechos de quienes representaban o por quienes velaban en el escenario sociopolítico.

Carlos Holmes Trujillo era una figura clave del gobierno Duque y un potencial candidato para la presidencia en representación del Centro Democrático. Además fue un líder en diversos campos, como en la academia, pues en la prestigiosa y emblemática Universidad del Rosario, ocupó un cargo donde fomentó el debate nacional en ámbitos políticos de interés nacional e internacional.

Trujillo era un importante orador y un político coherente, algo no muy usual en nuestro país. Había hecho una carrera política desde temprano y era respetado en el mismo círculo. Es una gran pérdida para una Colombia que está bajo la mira de sectores oscuros, esos mismos que no figuran por estar al margen no solo de la ley sino de representar intereses externos a los de los colombianos. Ahora bien, se deben llenar los vacíos que dejan al país político las víctimas reconocidas del covid-19. Hay que apuntar a las juventudes, esas mismas que Trujillo incentivaba para que tuvieran la capacidad de relevar de seguro su papel y el de sus colegas en el momento indicado.

Del mismo modo, Herbin Hoyos, con sus programas de “Las voces del secuestro”, al igual que Trujillo, con una voz llena de coraje y decisión, pudo conectar a las familias víctimas del secuestro, pues ellos también fueron víctimas de lo que es el robo o desaparición de una persona.

Los criminales de las Farc amenazaron varias veces a Hoyos, epítome del verdadero periodismo. Periodismo que cada vez se deteriora más y se vende al mejor postor. Este huilense, que había estudiado en la Universidad Complutense de Madrid, fue el puente entre las víctimas del secuestro y las angustiadas familias en un momento en el que la guerrilla de las Farc se burlaba de Colombia y los colombianos, así como lo sigue haciendo hasta el momento. Hoyos llevó la esperanza hasta la casa de los plagiados, aquellos que fueron robados, arrebatados y humillados.

Así que el político, escritor y diplomático vallecaucano, y el periodista y activista huilense, deben ser recordados como esas voces que resonaban cuando muchos no podían ni hablar. Paz en sus tumbas.

@davidrosenthaal