La recuperación del estatus sanitario de "país libre de aftosa por vacunación", es ya un problema por fortuna solucionado en su primera etapa, gracias al esfuerzo de los mismos ganaderos, a los recursos del Fondo Nacional del Ganado y por supuesto a la administración y liderazgo de Fedegán.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer si se tiene en cuenta que el programa venía manejándose exitosamente durante 20 años, pero al cambiarse las reglas de juego por parte del Gobierno anterior, la readaptación y los ajustes luego de superado el impase deben continuar.
En el mundo existen siete serotipos conocidos del virus de aftosa inmunológicamente distintos entre sí, con más de 60 cepas dentro de esos mismos serotipos, mientras en Colombia solo hay necesidad de vacunar contra el serotipo O (Cepa O1 Campos) y el serotipo A (Cepa A24 Cruzeiro), por lo cual es indispensable mantener monitoreada la población animal y determinar su nivel de inmunidad, además de llevarse a cabo un permanente y riguroso programa de diagnóstico, control y vigilancia, tal como lo exige la Organización Mundial de Sanidad Animal.
La aftosa no es transmisible al hombre, pero limita cualquier opción comercial de ganado.
Entre tanto, otro asunto sobre el que también debe seguirse trabajando y que afecta la venta de carne, es la supuesta presencia de anabólicos tipo Boldenona en una ganadería a base de pasto, agua y sal como la nuestra, no en confinamiento, dónde su aplicación no es común, tanto que a raíz de la prueba antidoping practicada a Robert Farah y que ocasionó su suspensión provisional por parte de la (ITF), sanción por fortuna ya levantada. El Invima aclaró que "desde el 2015 todas las muestras de carne analizadas en Colombia no registraron la presencia de la Boldenona", con excepción del año 2016, o sea hace más de tres años, cuando solo dos resultaron positivas.
La relación de estos dos temas está asociada a la posibilidad de llegar a generar un grave impacto en los mercados nacional e internacional de la carne de res, para lo cual deben superarse las pruebas sanitarias y de inocuidad alimentaria, bastante rigurosas.
Así las cosas, solo queda insistir ante el ICA que derogue la Resolución que autoriza su expendio, u obligar a marcar la carne de quién utilice anabólicos, como medida de advertencia para el consumidor y así evitar por lo menos, resultados positivos pero involuntarios, en otro control antidopaje.
De ahí que 'Contexto Ganadero", medio de comunicación oficial del gremio ganadero, invite "ahora a meterle duro a un sistema efectivo de trazabilidad bovina" (O.Cubillos), mientras Costa Noticias (M. Lacouture) también propone "Trazabilidad e Inocuidad, pero particularmente, Sellos de Garantía."
Por ahí es la cosa.