Tremendo debate que se abre sobre el tarjetón para elección de presidente. Este convulsionado país esperaba una presentación de los diferentes candidatos que le diera tranquilidad a la ciudadanía, pero el debate se centró, en nombres, tamaño de las fotos, ubicación y cosas intrascendentes, pero útiles para desviar la verdadera importancia de una elección que puede servir para salvar un país que se desangra y se arruina.
La gente esperaba un tarjetón de hombres y mujeres, con honradez, certeza, capacidad, ejemplo, equidad y demás cualidades, que nos conduzcan a la tierra prometida.
Que permita escoger un mandatario que deje atrás el odio, el rencor, la dependencia y sumisión, y que trate a todos por igual.
En el tarjetón existen emblemas como liga, libre, equipo, esperanza, salvación, pacto, pensamiento y oxígeno, que unidos, podrían ser la solución al desastre en que nos encontramos. Faltó allí la piedra angular y el factor positivo que guie a este pueblo lejos de la angustia, el pesimismo, el desánimo y la desesperación. Pero carece, omite y elude la paz.
Muchos de los candidatos quieren la paz; la ampararían y fortalecerían, pero temen que, si expresan sus sentimientos sobre ella, una capa electoral, los repudiará, marginará y condenará. Son los que llevan tiempo combatiéndola, porque puede afectar sus intereses y la razón de ser de sus posesiones.
El tarjetón quedó muy lúcido: fotos bien logradas, caras sonrientes y llamativos logos.
Vienen ahora la lluvia de agravios, las acostumbradas denuncias -sin pruebas- en redes sociales y bodegas especializadas en golpear sin misericordia la honra y vida de quienes están tras la Casa de Nariño. “Todo lo que digan será tomado en su contra”, dicen los entendidos.
Petro ultrajó a la prensa llamándola fascista, su vice peleó con Gaviria y de paso apartó al liberalismo.
Fico, “el que dijo Uribe”, lucha por quitarse ese fetiche y de escapar a las graves acusaciones de Rodolfo Hernández.
Fajardo fue declarado perdedor, por lo que sucedió el 13. Y así ocurre con cada uno de los 8 dueños de los cuadros que aparecen en el tarjetón. Por ahora, solo el voto en blanco se ha salvado.
El conservatismo se apresuró a respaldar, oficialmente a Fico. Ya tiene al Uribismo, a la U y al presidente Duque. Espera a Gaviria, que siempre ha votado por el Centro Democrático.
¿Qué pasará de aquí en adelante? ¿Habrá segunda vuelta? Nadie lo sabe, porque vendrá el “juego”, escarceo, impreparación y calambur de la Registraduría, que poca confianza da a los votantes. Y continuará la ausencia de la ley de garantías.
Aún hay tiempo para evitar un descalabro que sería desastroso porque hay candidatos idóneos, justos y capaces de salvar a esta Colombia expósita.
BLANCO: Con firmeza y valentía la FLIP y la SIP, defienden nuestra prensa.
NEGRO: Solo los funestos directivos del futbol colombiano irán a Catar 2022.
NEGRO: Hace un año nos dejó el gran amigo Hugo Artunduaga. Paz en su tumba.