El 25 de mayo de 2012 tuvo lugar un vuelo, que más allá de ser el inicio de operaciones de Viva Colombia, fue el inicio de la democratización del servicio público de transporte aéreo en Colombia. Lo llamaron el “Efecto Viva”. Se trataba de la primera aerolínea en implementar plenamente el modelo de negocio en aviación de bajo costo o “low cost” en Colombia.

Fueron varios los propósitos en ese momento. Quisieron poner el transporte aéreo a disposición de miles de colombianos que jamás habían montado incluso en avión. Pues transportarse en avión -hasta ese momento- era costosísimo. Llegó a competir incluso con tarifas más bajas que las del transporte terrestre. En el inicio podría asegurar que ni siquiera el objetivo era competir con las aerolíneas tradicionales “legacy carriers”. El producto ofrecido por unas y por otras era muy distinto. Ya no tanto…  

De alguna forma el transporte aéreo volvió a lo básico y esencial como fue en sus inicios. Es decir, simplemente transportarse de un punto a otro por el aire a cambio de una remuneración. Todo lo demás es accesorio.

El Efecto Viva -como se conoció- incluso forzó al gobierno a diseñar una política aerocomercial acorde con el nuevo modelo de negocio. Se puede afirmar que a raíz de la entrada de Viva Colombia en el mercado aéreo colombiano se liberalizó la política tarifaria dejando en libertad el mercado aéreo de ofrecer las tarifas aéreas que quisieran. Es decir que no habría ni un piso ni un techo tarifario. Política que sigue vigente.

Sin proponérselo, el Efecto Viva también obligó a las otras aerolíneas tradicionales -aunque no lo acepten- a desnaturalizarse y convertirse en una mezcla entre aerolíneas de bajo costo, ultra bajo costo y aerolíneas tradicionales. Es decir, terminó compitiendo con ellas, aunque no se tratara del mismo modelo de negocio.

El Efecto Viva estandarizó el modelo de aeronaves usadas por las aerolíneas en sus operaciones domésticas e internacionales en Colombia. La mayoría de aerolíneas nos quitaron el confort de las aeronaves de doble pasillo para familiarizamos con la familia Airbus A320 de un solo pasillo. Totalmente alineado con una característica esencial del modelo de bajo costo que es la uniformidad de flota.

Difícilmente hoy un CEO de una aerolínea tomaría una decisión de negocio distinta a la de unificar su flota de aeronaves. Entre otras razones por los altos costos operacionales que representa tener una flota diversa.

Colombia y en concreto departamentos como San Andrés Islas extrañarán a Viva Air. El vacío que deja, no solo económico sino en conectividad aérea con la Colombia continental es enorme. No es un tema menor que se puede suplir con más aeronaves para Satena. Hay más de fondo.

El Efecto Viva generó adicción a viajar sobre todo en esos que quedaron con una tiquetera en sus manos y con el sueño de volar hecho pedazos.

Viva fue la responsable del incremento exponencial del transporte aéreo en Colombia en la última década. Esto último es incontrovertible.  

juanfelipereyes@hotmail.com