Hace días, William Vinasco cantó un gol a favor del Gobierno por solicitud del Señor Presidente y a cuenta de los resultados alcanzados en el control del coronavirus; pero no pasarían muchos días para que el otro gol fuera de contragolpe.
Me refiero al “gol de los colados", como lo he llamado en este artículo.
Veamos:
Cuando en anterior ocasión manifesté en esta columna, que con el Decreto 444/2020, los dineros del Fondo Territorial de Pensiones, Fonpet y el FAE o Fondo de Ahorro y Estabilización de Regalías, pasarían a ser manejados desde Bogotá a través del FOME o Fondo de Mitigación de Emergencias, con el fin de atender "a los más vulnerables" frente al coronavirus, preguntaba yo sobre la objetividad con que pudiera medirse ese "grado de vulnerabilidad", sin ir a incurrir en preferencias ni afinidades políticas".
Manejo de recursos desde la Capital, en abierta contradicción con los avances en descentralización administrativa logrados después de tantos años, por tratarse de dineros que son de las gobernaciones y las alcaldías.
Sin embargo, inmediatamente en las redes sociales saltaron los "incondicionales” a justificar dicha determinación, agresivamente como es su costumbre, con el argumento de la honorabilidad y transparencia existente en el manejo del gasto a nivel central, a contrapelo de lo que sucede regional y localmente.
Pero más tardó en crearse el denominado Ingreso Solidario con recursos del FOME, con destino a tres millones de beneficiarios de a 160 mil pesos por persona en los 32 departamentos de Colombia, para que en la selección hecha por el Departamento Nacional de Planeación se tropezara con "colados" de cédulas supuestamente " falsificadas", en las listas de Fosyga, Icetex, Sena, Sisbén, Simit y Registraduría; con gravísimas consecuencias, según el uso que se le haya podido dar a esa fraudulenta información en cada una de las entidades relacionadas, no solo ahora sino desde años atrás, desvirtuándose así los planteamientos de transparencia y honorabilidad que argüían mis entusiastas contradictores atrás mencionados.
Pero es que también recuerdo haberlo dicho una y otra vez en esta misma columna; por ejemplo, el 13 de septiembre de 2019, a pocos días de conocerse el nombre de "14 "honorables" parlamentarios registrados en el Sisbén, tal como lo denunció la crónica política de El Espectador, luego de una investigación de la Fundación Paz y Libertad "...siete nombres validados y siete en estudio de Planeación Nacional por sus altos ingresos".
Desde entonces, repito, sugerimos revisar el Sisbén, pues se suponía era un Sistema no fiable.
Ahora bien, como la corrupción ocurre en todo el país, además del nivel central, la Procuraduría decidió investigar contratos relativos al manejo de la pandemia por Covid-19, en Meta, Atlántico, César, Arauca, Norte de Santander, Cundinamarca, San Andrés y Tolima, incluida las ayudas para los más pobres.
Mientras a otros mandatarios se les cuestiona por despilfarro y gastos suntuarios
Así las cosas, muy lamentable que esto suceda, pero da la impresión de que la goleada es por todos los ángulos.