El incomprendido Papa Francisco | El Nuevo Siglo
Jueves, 15 de Diciembre de 2016

Yo nací bajo el pontificado del Papa Pio XII, Eugenio Pacelli, un estadista y flamante pontífice que fue muy criticado por su supuesta complacencia con el régimen nazi. Nada más falso que eso. Pio XII fue decidido en manifestarse en contra del holocausto judío y las atrocidades del nazismo, fustigó severamente a Hitler comparándolo con el mismo demonio. Lo que pasa es que él fue Nuncio Apostólico en Baviera, en 1917, y le tocó vivir los horrores de la primera guerra mundial, su nunciatura alcanzó en 1925 a cubrir el imperio prusiano-alemán. Luego, en 1933, el Vaticano firma el concordato imperial con el gobierno nazi recién instaurado siendo Eugenio Pacelli Nuncio papal, Secretario de Estado y Secretario de la congregación de asuntos eclesiásticos y extraordinarios bajo el pontificado del Papa Pio XI. De manera que las críticas hacia este pontífice fueron exageradas y fuera de contexto.

Algo parecido sucede con nuestro actual Papa Francisco, incomprendido y calumniado, pues muchos exponentes del pensamiento de extrema derecha lo califican de comunista, de marxista y algunos más benévolos de liberacionista. Le critican haber recibido al padre Gonzalo Gutiérrez, su comprensión con los curas villeros de Buenos Aires, muchos de ellos inspirados en la teología de la liberación.

También porque siendo Jorge Mario Bergoglio un cura jesuita, que recibió formación teológica del padre Juan Carlos Scannone, fundador de la filosofía de la liberación o teología del pueblo, una corriente autónoma argentina desprendida de la teología de la liberación. Ciertamente que estos antecedentes influyeron en su pensamiento social, pero la mayor y decidida influencia de Francisco en su vida ministerial proviene del mismo Jesús y del Evangelio.

Francisco ha sido desde sus inicios hasta su pontificado el mismo, jamás ha cambiado en su pensamiento, en sus palabras y en sus acciones, lo que lo muestran como persona coherente, así mismo el Colegio Cardenalicio, conociéndolo bien lo eligió Papa sucesor de Benedicto XVI. Ya en la anterior elección había competido con el Cardenal Ratzinger con serias posibilidades, pero él decidió renunciar a su postulación para dar vía libre a la elección de Benedicto XVI.

El Papa Francisco sí es un reformador, pero un reformador dentro de la ortodoxia de la iglesia. Un hombre humilde, sencillo, coloquial pero inundado de enorme santidad. Su misión es para estos tiempos tan difíciles, muchos lo acusan de simpatizante de los regímenes de izquierda, otros con los pecadores, cual mas lo señala de laxo y relativista frente a la doctrina, cuando él como San Francisco de Asís de quien tomo su nombre pontificio, pretende la simplicidad, la austeridad, el amor por los pobres y pecadores haciendo un esfuerzo misericordioso para acogerlos en el seno de la iglesia. Pero lo anterior no es razón para calificarlo de comunista, ni de liberal, ni de manguiancho como dicen algunos. No, el Papa Francisco es un pastor que está expresando fielmente la doctrina del amor que nos dejó Jesucristo para que vivamos el Evangelio en  nuestras vidas. Su amor a la pobreza y al perdón llaman a la incomprensión.

arangodiego@hotmail.com