Hace pocos días, el Comando Central de los EEUU puso en marcha el "esfuerzo marítimo multinacional" denominado Operación Centinela, con el objetivo de “... promover la estabilidad marítima, garantizar el paso seguro y reducir las tensiones en aguas internacionales" a lo largo del golfo Pérsico, el estrecho de Ormuz, el golfo de Omán y el de Mandeb.
En la práctica, “... este marco de seguridad marítima proporcionará escolta a sus buques abanderados mientras aprovechan la cooperación de las naciones participantes para la coordinación y una mayor conciencia y vigilancia del dominio marítimo".
La pregunta es: ¿si el secretario Pompeo construyó esta coalición en dos semanas, podría pensarse en un esfuerzo similar para el Caribe a fin de socavar a la dictadura chavista y compelerla a que, con o sin las conversaciones de Barbados, abandone el poder?
Por otra parte, la Asamblea Nacional ya aprobó la (re)incorporación del país al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR, 1947), del que lo había privado el chavismo en 2013.
Como se recordará, el TIAR fue adoptado en 1947 y establece que un ataque armado contra un Estado americano, por parte de otro país, será considerado cono una agresión a todos sus miembros, de tal manera que ellos, conjuntamente, se comprometen a confrontarlo.
Asimismo, el Tratado contempla el uso de la fuerza cuando al interior de un país se dé una circunstancia que "amenace la paz del continente".
Ahora bien, si se acoge la tesis del canciller argentino, Jorge Faurie, absolutamente coincidente con lo aseverado una y otra vez por el gobierno colombiano y se concluye que "Venezuela amenaza la paz, la seguridad regional al tiempo que compromete la seguridad internacional", se deduce que el TIAR es útil para ejecutar una acción decisiva contra el régimen que conduzca a :
1- Proteger integralmente a la propia población venezolana, escarnecida por el Establecimiento ;
2- Restaurar la seguridad regional, afectada por la simbiosis entre dictadura y ONG armadas o no armadas, y
3- Reinstaurar la democracia, cercenada por el chavismo.
En consecuencia, sería necesario :
a- Formar una coalición regional que genere disuasión mínima suficiente sobre el régimen ;
b- Imponer un ultimátum tramitado por el Grupo de Lima que le permita a Maduro partir de Venezuela en el plazo establecido y hacia el lugar donde gozaría de asilo, y
c- Invocando razones esencialmente humanitarias, aceptar un eventual llamado del presidente Guaidó que, invocando el art. 187 de la Constitución, solicitaría la presencia legítima de fuerzas internacionales de estabilización.