Todo parece indicar que estamos atravesando la línea del disparate, que nos llevará a un desorden de grandes proporciones en una nación que aspira a superar la extrema inseguridad, recuperar una economía para el desarrollo, con empleo, producción y recuperación de lo perdido.
Difícil entender el descrédito que se cierne sobre el gobierno Petro, estimulado por sus actuaciones públicas y privadas, su incontrolable incumplimiento que exaspera a amigos y enemigos, sus propuestas que parecen sacadas del extraño mundo de subuso y tantas cosas que impulsan a sus contradictores a buscar “golpes blandos” o separación del poder por incapacidad física y mental.
Somos una nación en la que aparecen los fenómenos más extraños del mundo, de izquierdas, derechas y centros, que van desde pequeñas contravenciones hasta los más aberrantes casos se corrupción.
Los colegas periodistas dedican toda su actividad a descubrir la depravación y podredumbre que nos invaden, aunque muchísimas veces sus valientes investigaciones no tienen cabida en ciertos medios que tienen como objetivo ocultarlas o matizarlas con frivolidad y pornografía.
Volviendo al caso Petro, encontramos a un presidente al que azotan por todos los lados, inclusive familiares, y cuasi adeptos a los que aún no les llega la cuota reglamentaria, que ejercen todos los gobiernos.
Su batalla por la paz que tanto anhela esta nación es inmisericordemente torpedeada, su propuesta de alcanzar un Acuerdo Nacional, su voluntad de remediar lo heredado y la urgente necesidad de salir de la encrucijada, no llegan puerto porque a Petro no le alcanza el tiempo para enfrentar y gobernar.
El presidente debe convocar a toda la dirigencia nacional y analizar cada una de las aristas que desequilibran a Colombia. No es caso no es ofrecer por ofrecer, sin entregar. Todos los que en verdad tengan el deseo de colaborar y en verdad cumplan, deben llegar al gobierno Petro, con plenos poderes en el ramo que se les adjudique. El palo no está para cucharas. Urge una acción clara, enérgica, generosa y leal de quienes reciban y quienes adjudiquen. No se puede continuar regañando y amenazando con crisis, cada que los consejeros le tocan el oído al mandamás.
El país, si quiere salir del atolladero, debe hacer una pausa entre las enfermedades de Petro, y Petro en sus desplantes y salidas en falso. Aquello del “síndrome de Asperger” les salió mal a contradictores, porque hace años dejó de ser una enfermedad específica y que, si se asemeja al autismo, es el síndrome de los genios, como Bill Gates, Einstein y tantos más. El mismo de Messi, considerado hoy el Rey Midas que produce millones de dólares por minuto en Estados Unidos.
Los trastornos del neurodesarrollo afectan a muchos compatriotas que no tienen manera de llegar al meollo de la cuestión, porque todo lo quieren para sí y para los intereses.
BLANCO: Llega Daniel Coronell a la presidencia de Univisión, la cadena de noticias en español que abarca todos los Estados Unidos. Este será otro reto exitoso, como los que se ha impuesto en su ya larga vida periodística. Felicitaciones.
NEGRO: Increíble que casi todos los candidatos a las alcaldías estén amenazados.