Y un día pasó lo que todos temíamos. Bueno, no todos. Los que estamos metidos hasta el cuello en el micromundo de las redes sociales y la tecnología. Pasó que la inteligencia artificial evolucionó a tal punto que ya se está convirtiendo en una amenaza real.
Recientemente, conocimos a una tal SORA. Que no es nada y nada menos que la evolución en video de la Inteligencia Artificial. Basta con construir un pequeño texto con algunas indicaciones para que la tecnología produzca un video totalmente realista. La sorpresa es mayúscula. Y asusta más de lo que ilusiona.
La evolución en video de la inteligencia artificial asusta por la potencia y la calidad de que se puede producir con muy poco. Pero sobre todo por el peligro que puede representar la combinación de esa potencia con las fake news.
Básicamente, si los usuarios pueden crear videos falsos con poco esfuerzo o conocimiento apenas básico de Inteligencia Artificial y ‘machine learning’, el mundo se tendría que enfrentar a la propagación de los fake videos, que sería la peligrosa evolución de las fake news.
Infortunadamente, toca meterle política y actualidad a este asunto. El mayor temor para los agentes de seguridad digital es que inicie una ola de videos falsos con pronunciamientos incendiarios de líderes mundiales que puedan desencadenar en crisis mediáticas o, peor aún, en conflictos diplomáticos.
Recientemente surgió la pregunta de ¿cómo impactaría la inteligencia artificial en la campaña presidencial de Estados Unidos? La capacidad y sobre todo la vivides que ofrecen estos videos resultan tan deslumbrantes que falta poco para que impacte temas geopolíticos de manera negativa.
La línea entre lo real y lo ficticio (creado por Inteligencia Artificial) comienza a borrarse más rápido de lo que esperábamos. Ahora, lo que puede dar muchísimo dinero es inventar una plataforma que certifique si un video es real o si es la creación de una plataforma de IA. Ahora, todo estará sujeto a las dudas.
Lo que se viene es un reto gigantesco. Porque si viralizar fake news es fácil, lo de los Fake Videos puede ser durísimo. Basta compartir algunos datos: Se espera que el número de espectadores de vídeo digital en todo el mundo alcance los 3.500 millones.
Más datos, en 2023, las personas ven, en promedio, 17 horas de vídeos online a la semana. Actualmente, los usuarios tienen un 52% más de probabilidades de compartir contenido de vídeo que cualquier otro tipo de contenido. Y para completar, el 75% de los espectadores ven contenido de vídeo de formato corto en sus dispositivos móviles.
Estamos viviendo tiempos inexplicables. Las evoluciones tecnológicas en vez de mejorar la calidad de vida de las personas, pareciera que apuntarán a complicar la ya muy complicada situación que todos de un modo u otro estamos atravesando. Perdón por el exceso de conservadurismo: pero me asusta profundamente como le decimos adiós a lo real por culpa de la inteligencia artificial.