Como simple ciudadano, con un lenguaje sencillo, pues el tema deportivo no es mi especialidad, quiero hacer eco del clamor de los hinchas del Deportes Tolima al conseguir que se le asignase al estadio de fútbol de Ibagué el nombre muy merecido de Gabriel Camargo Salamanca.
Hombre de luchas, empresario exitoso que, con su dedicación y esmero por más de 30 años, tiene ahora al equipo ad portas de conquistar una nueva estrella del campeonato nacional y con un innegable y excelente desempeño en la Copa Libertadores; aspiración de tantos años atrás, hoy hecha realidad.
Bien es cierto que de este gran propósito han participado muchas personas y dirigentes públicos y privados, si la memoria me lo permite, desde el médico Jorge Guzmán Molina y otros connotados dirigentes de la época en sus inicios.
Así mismo, sus entrenadores, directores, técnicos, patrocinadores y obviamente sus jugadores, muchos de ellos que han pasado a ser gloria nacional por su escuela en el equipo, escalado a otros de fama internacional.
Todo derivado del emprendimiento del exsenador Gabriel Camargo, hoy día su mayor accionista.
Nacido en Tunja, Boyacá, un 23 de mayo de 1942, o sea, hace 80 años.
Quien además fue en su departamento diputado, concejal municipal; y es hijo adoptivo del Tolima, declarado por la Asamblea Departamental, a quien la fanaticada y, todos en general, estábamos en mora de hacerle dicho reconocimiento.
Cada cosa en su lugar a y su debido tiempo. El momento es ahora y el lugar el Estadio de Ibagué.
“La mayoría de las cosas importantes en el mundo han sido logradas por personas que continuaron intentándolo cuando parecía que no había ninguna esperanza”, dice Dale Carnegie (1888-1955), en uno de sus libros, como "promotor de lo que en la actualidad se conoce como asunción de responsabilidades".
Por mucho tiempo nos acostumbramos a ver al "Tolimita" con nostalgia y resignación, en el último lugar de la tabla, hoy día solo queremos verlo entre los primeros.
Fui testigo, como exgobernador, de los esfuerzos del senador Camargo por garantizar los recursos que hicieran viable la sobrevivencia del equipo.
Por supuesto, como en toda empresa que necesitara de un buen gerente, se permitió conseguirlo; igualmente, por su trayectoria en la industria avícola como promotor de Incubadora Colombiana, entre otros de sus muchos proyectos todos ellos como en la política, del brazo de su esposa Leonor Serrano, exgobernadora de Cundinamarca y senadora de la República, a quien tuve el honor de acompañar en el Congreso.
Son todos estos, galardones muy dicientes de su honorabilidad y devoción, que representan un gran legado para las próximas generaciones.
Buena parte en favor del deporte tolimense, no únicamente por el trabajo y renombre del equipo, sino por su empeño en que las obras de ampliación y modernización del estadio se llevaran a cabo.
Gestor y líder incansable, especialmente en momentos "cuando parecía que no había ninguna esperanza
Gracias Senador Gabriel Camargo.
Feliz Cumpleaños.
P.D./Para quienes no estén de acuerdo:
Murillo Toro ya tuvo sus honores y no fue en el deporte, por lo que se le conoció propiamente.
Hay que ser agradecidos con quien le hace bien al Tolima.
Obvio que el fútbol es una empresa como cualquiera otra y debe producir réditos económicos a sus accionistas, pero eso no le resta méritos; por el contrario, no olvidemos que es por ellos que se mueve nuestra economía.
Me parece justo un homenaje a don Gabriel, así sea boyacense. Muchos no somos de aquí, pero somos más tolimenses que otros que se dicen serlo, y mínimo debe haber reciprocidad si es que no gratitud por quien sin ser de aquí hace lo que a los de aquí no se les ocurre, y en este caso particular, por lo menos ir los domingos a fútbol. El Deportes Tolima es uno de los equipos con la hinchada más escasa, a pesar de sus logros.