Nada iguala a la fuerza avasalladora de las “Ideas”. Las ideas son fuerzas que llevan en sus entrañas un poder de realización incontenible.
Nadie pudo derrotar al presidente Ernesto Samper en el Congreso de la República cuando fue procesado por la infiltración de dineros calientes en su campaña presidencial. Logró una absolución política con la poderosa maquinaria oficial y con el partido Liberal apoyando unánimemente al doctor Serpa para la Presidencia, en contra de Andrés Pastrana. Este último, sin la ayuda de su progenitor, pues ya había muerto, logró la primera magistratura. Bogotá, meca del liberalismo colombiano, apoyó con impresionante fuerza la candidatura de este combatiente azul líder de la derecha.
En estos días Andrés Pastrana ha sorprendido en forma extraordinaria a Colombia con una idea salvadora. Todos los que quieren, en el campo de la derecha, presentar su candidatura presidencial para el 2022 pueden hacerlo. Pero en el momento oportuno se consultaría democráticamente cuál debe ser el candidato “único” y éste se le enfrentaría al aspirante de la izquierda. El segundo en votos en la consulta de la derecha sería fórmula para Vicepresidente.
Formidable la inteligente fórmula de Andrés Pastrana. Y lo más importante es la forma eficaz y fervorosa con que viene trabajando esta avasallante propuesta en cadenas radiales, noticieros de televisión y periódicos del país.
Tiene razón este líder en aquello de que unida la derecha será inderrotable. Unidos somos más y valemos más. La derecha unida impuso democráticamente el Frente Nacional por 16 años. Miguel Antonio Caro y Rafael Núñez apoyaron conjuntamente a la Regeneración, que duró medio siglo. Nuestros partidos tradicionales, cuando se han dividido, han permitido la victoria de adversarios minoritarios.
La izquierda, en apariencia, en lo político se muestra fragmentada. Pero en esta ocasión, ante la atomización de la centroderecha ve en forma inmediata la posibilidad de llegar al poder. Los partidos tradicionales parecen no bueyes cansados, sino bueyes enfermos.
El desgaste, el debilitamiento -liberales y conservadores perdieron el 50% de sus curules en el Congreso-, la corrupción y la politiquería parecen haber convertido estas organizaciones en partidos fallidos. Buena parte de electorado se haya desencantado y esto motivará a mucha gente a votar por la izquierda como testigo contra los dirigentes de siempre. Hacer lo mismo por los mismos conduciría a los mismos. Los pueblos tienen los conductores que se merecen. El hastío cívico conduce también a la abstención.
Lleras Camargo sentenció: “Los malos gobiernos los eligen los buenos ciudadanos que no votan”. Allende fue elegido con el 31% de los votos por la desastrosa división de la derecha chilena. La misma fragmentación de la derecha venezolana- -aún hoy continúa- ha permitido el catastrófico gobierno chavista.
La izquierda como gobierno ha sido funesta en Venezuela, Cuba y Nicaragua. Andrés Pastrana dice que Maduro es un “narco-dictador” y está financiando a los vándalos que destruyen a Colombia.