Claro… me refiero a Francia la vicepresidenta de todos los colombianos -aunque para ella solo existe el pacífico y las negritudes y el resto somos “élites”- y a Cuba el nefasto y anacrónico régimen socialista.

Francia llegó a Cuba de la misma forma en la que llegan las élites. No olvidemos que significa élite según la RAE “minoría selecta o rectora”.  Eso es ella… quien se baja de su avión exclusivo para ella solita.  Francia pertenece a la élite colombiana que siempre ha gozado de muchos privilegios y ocupa un estrato social y posición mucho más alta que cualquiera de los que me leen. Se baja de su avión y lo primero que se ve es su bolso con su cara estampada. Un diseño exclusivo para ella y que va con sus outfits que impone cada dos horas que se cambia de ropa como fashion icon que es.

Baja de su avión como una rockstar. Avión oficial pero que es tan público como la Casa de Nariño “la casa de todos los colombianos”. A la que podemos llegar a comer esta noche si queremos seguramente. Bueno les decía que se baja de su avión, desfila como Naomi Campbell en los noventa mira mal a todo el mundo y se sienta a hablar mal de Colombia con la dictadura Castrista.

De quinta dirían algunos y sí que lo es. Adula a los narco dictadores cubanos y venezolanos mientras les dice que la salud en Colombia hay que quitarla de las manos de las élites y que lo que vamos a hacer en Colombia es seguir el modelo exitoso de salud de Cuba y Venezuela.

Ya cansada, hace lo que millones de cubanos sueñan hacer y lo tuvieron que hacer en balsas: abandonar la isla. Pero ella sí lo hace como las elites en su propio avión y cuando se le dé la gana y no como le tocó y sigue tocando a la mayoría de las víctimas de ese régimen socialista.

Luego viene a Colombia en cuestión de horas gracias a su avión. Se cambia de ropa -en el avión obviamente- y corre para el Congreso en unas toyotas blindadísimas, a llevar con rabia y resentimiento el proyecto de reforma a la salud junto a su camarada Corcho. El mismo que tiene atemorizada a la economía colombiana. Al igual que los anuncios de la activista energética. Todo un espectáculo fue la presentación del desconocido proyecto. Ese que socializaron en Cuba y Venezuela, pero jamás en Colombia con los colombianos.

Ridículamente vestidos, frondios y desarreglados, al mejor estilo progre envolvieron en moños tricolores el cuadernillo con la temida y desconocida reforma a la salud. Allá sentados como pachás se veía lo que parecían ser dos manes, pero eran Petro y la primera dama. Los autores intelectuales.

Este gobierno ya pasó a la historia por destruir lo construido y atemorizar a la población tal y como lo hicieron otrora las Farc o Pablo Escobar. El resultado es el mismo: miedo y temor.

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