Acaba de cumplirse una década del glorioso Pontificado de Francisco, el primer Papa latinoamericano. Guía espiritual de mil doscientos ochenta millones de católicos. Y lo ha hecho con su estilo campechano, jovial, sencillo y absolutamente descomplicado, a tal punto que prefiere vivir en un hotel donde comparte habitación con los obispos que llegan del mundo entero al Vaticano. Los suntuosos salones de sus antecesores hoy permanecen cerrados y sus lujosos muebles, bajo cobijas.

Ha sido ante todo "el cura de su parroquia", que cumple su excelsa misión hablando todos los días con su feligresía. Lo más importante es que de esta manera ha logrado que la iglesia retorne a los pobres y se aleje de todo mundanal ceremonioso.

Es un Papa que camina a pie por las calles del Vaticano y de Roma y que monta, cuando se aleja, en bus público. Todo esto para desespero del cuerpo de seguridad. En una ocasión se "perdió" por un día entero hasta que lo localizaron en un ancianato de los extramuros. En los últimos días, ante el creciente rumor de que estaba pensando en renunciar, sólo comentó: "seguiré trabajando hasta que mis fuerzas me lo permitan"

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Ya está en las librerías una maravillosa obra de Henry Kissinger, titulada "Liderazgo". Según el exsecretario de Estado "Un líder debe ser un puente entre el pasado y el futuro. Para esto debe tener valentía y carácter; valentía para trazar una dirección, escogida entre varias opciones; esto requiere voluntad para imprimir el ritmo y fuerza necesarios para conseguir los objetivos. Así mismo el valor debe servir para enfatizar la virtud en los momentos difíciles y, sobre todo hay que ejercer ese liderazgo en forma continuada y prolongarlo en el tiempo.

"Cita a Winston Churchill, cuando en sus memorias nos advierte que "Los hombres de Estado no son necesarios para resolver los problemas cotidianos. Están para que calmen la zozobra y tomen decisiones que salven al mundo"

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En política, pero muy especialmente en la internacional, muchas tragedias terminan convirtiéndose en comedias. Tal es el caso de Vladimir Putin, que ha sido puesto en el banquillo de los acusados, por la Corte Penal Internacional y ha permitido al organismo cursar una orden de captura.

Argumentando su decisión, la Corte lo considera culpable del grave delito contra los derechos humanos de miles de niños deportados en Ucrania.

El Kremlin se ha negado a hacer comentario alguno y se ha limitado a señalar que ellos no reconocen la competencia de dicho tribunal.

Lo único concreto es que Putin no podrá salir sino a la China porque la OTAN lo encerraría si va a Europa 

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Estaba cantado: El actor estadounidense Brendan Fraser se llevó el codiciado Oscar por su brillante interpretación en La Ballena. A tal punto que sus maquilladores también se llevaron la estatuilla, por caracterizar a un hombre de 180 kilos, cuya vida transcurre en una pequeña pieza.

Un conocido crítico escribió que el actor fue galardonado prácticamente porque durante dos horas dialogó con su audiencia simplemente moviendo las pestañas.

Es una transformación colosal del joven intérprete que hizo de galán en "La Momia". Pero meramente consciente de su tragedia, Fraser respira genialidad por todos y cada uno de los poros de su elefántica humanidad.

Adenda Uno. Desde siempre los bancos han hecho de la intermediación, con grandes y altos intereses, la razón de ser de su actividad. Por ello hay que celebrar que hayan decidido bajarlas.

Adenda Dos. El invierno sigue haciendo estragos en todas partes del país. Centenares de cosechas se han perdido. En la misma Bogotá, son muchos los barrios afectados.