DE ACUERDO con un informe del Banco de Bogotá, en enero de este año el déficit fiscal del Gobierno Nacional Central fue -0,7% del PIB, el más alto desde 2004. El desbalance fue resultado de unos gastos que totalizaron $41,9 billones, +35% superior al observado un año atrás, mientras que los ingresos fueron de apenas $29,6 billones, -0,2% frente a enero de 2024.

Consideran los investigadores que “la situación expuesta es crítica en la medida que, para el primer mes, lo habitual entre 2004 y 2022 fue un superávit fiscal de +0,2% del PIB. Incluso, el resultado fue tal que, mientras la Regla Fiscal exige un déficit primario, que excluye el pago de intereses, de -0,2% del PIB, en enero fue de -0,5% del PIB; es decir, la nación ya está incumpliendo la regla y solo medidas de ajuste de gasto, o mejoras importantes en el ingreso, podrían dar revés a la situación”.

Para Investigaciones Económicas (IE), a diferencia de 2024, los problemas fiscales de 2025 no se centrarían exclusivamente en un recaudo débil, sino más bien en un gasto elevado. En febrero, IE expuso que la mejora en el crecimiento de 2024 y 2025 permitiría dar revés al declive que registró el recaudo tributario el año pasado. No obstante, si bien los ingresos mejorarían, no lo harían al ritmo que espera el Gobierno y el faltante frente a la meta del Plan Financiero sería de $20 billones. Así, los ingresos serían de $307,9 billones, +10,3% superior a los de 2024.

Sin embargo, para 2025, las reservas presupuestales son de $63 billones que, sumado al presupuesto (PGN) de $523 billones, da un total de presupuesto a ejecutar de $586 billones, +15% superior al de 2024.

“Acá, IE recuerda que el PGN es de $523 billones en la medida que un aplazamiento del gasto no es recorte del mismo. Acorde con lo anterior, IE observa que las presiones de gasto iniciaron elevadas en 2025 por cuenta del alto monto de las reservas que se acumularon en 2024. Cabe recordar que las reservas de 2024 por $63,2 billones son máximo histórico, consecuencia de la estrategia del Gobierno de comprometer recursos del PGN por $456,2 billones, pero solo hacer desembolsos por $393 billones, dados los problemas de caja en 2024”.

Así, la diferencia de $63,2 billones, que son las reservas, se trasladó a la vigencia de 2025. De este monto, en solo enero, el Gobierno ejecutó $29,9 billones, equivalente a todos los ingresos que recibió la nación en el mismo mes. En febrero, la ejecución de las reservas fue de $6,8 billones. En tanto, las cifras de ejecución a febrero mostraron que las entidades del Estado han acelerado el ritmo con el que comprometen los recursos del PGN que se les asignaron, transformándose en una presión de gasto adicional.