GABRIEL ORTIZ | El Nuevo Siglo
Viernes, 16 de Diciembre de 2011

 

Cremación de Leonel

 

En Colombia hemos asistido a toda suerte de desafueros, sin que nadie se apiade de inocentes víctimas, que son obligadas a actuar por irresponsables “manejadores” mientras la opinión pública actúa como indolente observadora.

Es lamentable lo ocurrido con Leonel Álvarez, un joven que le dio gloria a Colombia cuando jugó con nuestra Selección y clasificábamos a los Mundiales. Una pésima jugada que hizo el “Bolillo” Gómez dentro de un bar del centro de Bogotá hizo que hubiera necesidad de cambiar al técnico de nuestra Selección. No estábamos tan bien cuando este hecho se produjo, porque, según los entendidos, al paso que íbamos no llegaríamos a ningún Brasil.

El país entero se pronunció contra el atropello a la dama, la defendió y pidió la destitución del camorrero. El propio presidente Santos dijo: “No va más”… y así sucedió.

Los directivos del fútbol quisieron obstaculizar la decisión que era apenas lógica. Se hizo hasta lo imposible para mantener la “rosca” Maturana-“Bolillo”, que nos alejaba una vez más del Mundial.

Después de muchas discusiones, consultas, encuestas y demás opiniones y asesoramientos, se llegó a considerar que debíamos contratar un técnico extranjero, pero se quería mantener la fórmula nacional, que había demostrado su incapacidad. Fue allí cuando surgió la tesis de encargar a Álvarez.

Casi todo el mundo consideraba que aún no tenía la experiencia para ello, pero los intocables dirigentes del fútbol insistieron, y le entregaron el “clavo ardiente” al novel entrenador.

Hasta Maturana le sacó el cuerpo y reiteró la falta de pericia de Leonel. Inmisericordemente le sacaron el cuerpo, ¡lo dejaron solo! A nadie se le puede exigir que en la primera aparición determine una clasificación tan lejana, pero a Álvarez lo dejaron en medio de los leones. Lo cremaron en vida y a nadie parece importarle que una joven figura, que podría haber llegado lejos, esté condenada al fracaso. Eso no se hace, eso es una ruindad que le cuelga deshonra y humillación a quien tanta gloria nos ha dado. Hay que defenderlo y cobrársela a los verdaderos culpables. ¿Por qué cremar vivo al inocente?

Blanco. La designación de un joven líder. Simón Gaviria, para la Dirección Liberal. Se merece los éxitos que proyectará.

Negro. La campaña contra la Fiscal. Otra afrenta contra la mujer y su independencia para tomar decisiones.

gabrielortiz10@hotma il.com