GABRIEL ORTIZ | El Nuevo Siglo
Viernes, 13 de Junio de 2014

BLANCO Y NEGRO

La maleta de Iván

Muy  poco tiempo resta para saber quién será el Presidente, mientras la temperatura sube, en la mente del candidato de Uribe, que cada vez quiere imitar mejor a su mentor y dueño. De la amenaza uribista: “te doy en la cara m…” se pasa a la loca de las naranjas y, al irrespeto al Presidente.

Iván Zeta pierde la calma y ahora la voz -¿catarro diplomático?- cuando se le descubren las mentiras, cuando no encuentra cómo justificar las actuaciones mentirosas de su campaña, cuando no puede ocultar su hacker y sus chuzadas. Se vuelve agresivo y adopta las mismas bravuconadas y desafíos del expresidente.

Las gentes de Pensilvania, un pueblo que hace años rodó como Gramalote, tienen otro talante. Son tolerantes, amables y respetuosas, hasta cuando se juntan con pendencieros, espadachines y valentones. Es mucho lo que está en juego y mucho lo que tiene este país que defender este domingo. Por un lado la paz, de la cual depende el progreso y bienestar de millones de colombianos, y que se afianza con las negociaciones con el Eln; por otro, el “seguro” que tratan de adquirir los violadores de la Constitución y las leyes, para mantener la impunidad que los cobija. Miremos, los escalofriantes datos de Antonio Caballero en su última columna en la revista Semana, sobre “los doce apóstoles”, el helicóptero en “Tranquilandia”, las compras fraudulentas de las fincas abandonadas por acción de los paras, la entrada triunfal de paramilitares al Congreso, y los desmanes sin fin, que se cometieron durante 8 años. Ese “seguro” está en juego, más ahora con la llegada de “la coneja Hurtado”, las revelaciones que le hizo a Juan Carlos Giraldo el coronel González del Río, etc. etc. La furia de Uribe ahora matonea sin piedad al periodista, con sus acostumbradas mentiras.

Iván Zeta debe prepararse para regresar a la maleta de ventrílocuo, en donde lo espera “kini”, porque Donoso (Uribe) no le permitiría ejercer el mando, si llegare ganar. Nuestra gente va tomando conciencia y buscará la paz con Santos, frente a las interminables guerra y ruina, que se nos vendrían con “Zurriaga”.

Blanco. La ejemplar manera de conducir el debate con los candidatos, por parte del director de El Tiempo, Roberto Pombo. ¡Qué maestría!

Negro. La patente que le dio la jueza 10, a las “chuzadas”, al liberar al hacker de Iván Zeta.

gabrielortiz10@hotmail.com

 

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Como país no tenemos un concepto de paz común, que no es negación de las acepciones diversas, sino asunción de las ajenas; de todos los significados, me gusta la concordia, porque no arrasa con el otro, porque no es ingenua, porque no es la kantiana paz perpetua ni la bíblica paz de los sepulcros y allana el camino hacia el fin de la inequidad.

Porque no quisiera tener que recitar dentro de cuatro años este desgarrador verso del poeta húngaro Mihály Babits: “(…) delante de nosotros, la niebla; detrás, la niebla; y debajo, un país hundido”, conscientemente votaré por la paz de Zuluaga.