Decía el otro día al aire… a la nada…que lo único que lo defiende a uno en la vida es la filosofía y sobre todo el estoicismo. Luego me hicieron caer en cuenta que en ese “aire” había un abogado penalista muy famoso que creo me escuchó, aunque mi intención estaba lejos de ser que el me escuchara.
Nada como las medicinas para el alma que nos dejaron Epicteto, Séneca y Marco Aurelio. Estos tres médicos del alma estoicos. Soluciones lógicas para cualquier ámbito de la vida. Ellos entendían que la vida era compleja y agotadora y por esa razón dejaron escritos para poder mantenerse en el camino correcto. Sin perturbaciones. Y, tal vez lograr tener una buena vida a pesar de toda la adversidad.
Soluciones para la ira, la envidia, el maltrato, la humillación, el fracaso, la frustración, discriminación, desigualdad, desagradecimiento o ausencia de reconocimiento. Poder controlar el aquí y el ahora. El momento. El instante. Pues es lo único que se posee y sobre lo único que uno tiene control. Lo demás está totalmente por fuera de mi órbita y en ese sentido es intrascendente. Todo para no dejarse derrumbar por los ataques cotidianos.
Estos médicos del alma consideraban que la ira era la pasión más destructiva del ser humano. Yo creo que sí… Es difícil controlar las emociones y no perturbarse después de una alocución presidencial, por ejemplo…
¿Cómo puedo controlar que les caiga bien a todos? Es imposible… ¿Para qué me amargo porque Urrego es el presidente? ¿Acaso eso depende de mí o yo puedo cambiar ese hecho? Pero desconocerlo y tratar de vivir por fuera de esa realidad si puede acabarme… Sería como tratar de detener el viento. Para estos tiempos de adversidad, pospandémicos y petro pandémicos, el estoicismo es fundamental. ¿Quién más maltratado que el esclavo Epicteto? Pero fíjense… su legado trascendió… Ellos enseñan a no esperar nada de nadie… El poder del silencio… A no sufrir sin dejar de darle la cara al mundo.
Yo no puedo controlar que la decisión del CNE y el lanzamiento del acuerdo nacional, al mismo tiempo, potencialicen al líder universal y tal vez le ayuden a perpetuarse en la casa del horror. O controlar las manos de Cabal para que vote bien y no favorezca demonios otrora carniceros. O que faltan dos años o quizás seis y seguiremos así o peor… Además… ¿así cómo? O por el agua, el pesimismo, la ingratitud, o la moda frondia de los históricos, los bailes del supersalud, la incompetencia generalizada, la corrupción, Laurita, Pegasus o el futuro de Uribe, o los abrazos de sangre entre sombreros volteados. Nada controlo yo…
No importa si a veces llega uno al punto de David Garrik …a quien el pueblo al aplaudirlo le decía ¡eres el más gracioso de la tierra y el más feliz! y el cómico solo reía… hasta que enfermó… y el médico al oírlo y sin saber quién era… no tuvo más remedio que recetarle visitar al mismo Garrik… pero él dijo: ¡Garrik soy yo!
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