A escasos días de cumplirse un año de este gobierno, la economía de Colombia ha experimentado un innegable giro favorable, a diferencia de los apocalípticos anuncios utilizados en campaña por los escépticos.
El Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) se ubicó en 120,46 y registró un crecimiento de 0,65% anual en mayo del presente año. La Inversión extranjera aumentó un 25 % en el primer trimestre de 2023, cifra que luego ascendió a un 70% para el mes de junio.
Mientras para el 7 de agosto de 2022 el dólar costaba $4.337,28, hoy se cotiza muy por debajo de esa cifra, con los beneficios que trae consigo un dólar barato, entre ellos la posibilidad traer nueva y mejor tecnología, hacerse a productos importados a un menor precio, como bienes de capital para mejorar la productividad de la industria; adquirir electrodomésticos y además de hacer asequible la práctica del turismo internacional y los estudios en el exterior.
Un dólar bajo también tiene efectos favorables sobre el nivel de riesgo país y la deuda externa en su equivalente en dólares.
Entonces, el peso nunca perdió el valor que pronosticaron y la inversión extranjera tampoco desapareció.
Hasta la fecha no ha habido una sola expropiación como la oposición anunciaba, la inflación ha ido cediendo; el recaudo tributario cada vez está mejor y la tasa de desempleo continúa reduciéndose.
Claramente, no somos “otra Venezuela”.
El Gobierno destinó recursos por más de $4.000 millones para la construcción de viviendas. Igualmente, asignó $1 billón para el subsidio “Mi CasaYa” con el fin de atender 75 mil subsidios de vivienda en la compra de unidades habitacionales nuevas.
De otro lado, en tres meses ha adquirido más tierras que los dos gobiernos anteriores sumados, y así poder cumplir con los Acuerdos de Paz.
Este Gobierno les da $1 millón de pesos a madres cabeza de hogar pobres que estén en el grupo A del Sisbén en los 466 municipios con altos índices de desnutrición cada dos meses, aprovechando la infraestructura del Banco Agrario de Colombia S.A. lo cual también sirve para continuar apoyando el proceso de fortalecimiento financiero de ese Banco y de los diferentes segmentos de clientes que atiende aumentando su masa crítica.
Para no hablar de la diligente y oportuna atención a las calamidades de las regiones apartadas como La Guajira y el Pacífico. Construye puentes, rescata niños, incauta cargamentos de droga. Y nada menos que la victoria en el litigio ante la Corte Internacional de la Haya.
Todo esto y mucho más a pesar del entrabamiento y la animadversión de los medios de comunicación y de la clase política tradicional dedicada a torpedear, tergiversar e incomodar y a no dejar gobernar.
Entre tanto, las reformas en lo social, lo económico, lo político y lo institucional continúan su marcha cada vez más dispendiosa en un país contradictorio y egoísta, en el que se piden cambios y no se deja cambiar porque prima el interés particular sobre el general. Reflejándose todo en un Congreso de la República manipulable en su mayoría, con preferencias al mejor postor.
*Exgobernador del Tolima