GUILLERMO FRANCO CAMACHO | El Nuevo Siglo
Domingo, 24 de Agosto de 2014

SAGITARIO

Reportaje

Se ha leído siempre con atención a Javier Darío Restrepo y tal conducta se mantiene frente al reportaje que concedió a Óscar Domínguez y divulgó El Nuevo Siglo, bajo el título “¿El periodismo para qué?”, el 10 de los corrientes. Este estudio se concentra en sus siguientes temas: poder, premios a la actividad periodística, presiones y ética; se recuerda, respecto al primero, la mención al “cuarto poder” detrás del legislativo, el ejecutivo y el judicial, es decir, la conocida contribución de Montesquieu a la democracia. Restrepo rechaza la categorización señalada y sostiene que “el periodismo como servicio es irremplazable”, o sea, ofrece una alternativa: se manifiesta complacencia personal por dicha innovación; ojalá se imponga y vale la pena medir el grado de aceptación de dicha noción en la comunidad.  Conviene señalar otro cambio reciente: empresarios (¿quinto poder?) adquiriendo medios de comunicación que son el primero en la realidad.

El entrevistado rechaza los premios en caso de perderse el “sentido de las proporciones”; en concepto personal deben implantarse bajo el cumplimiento estricto de reglas que cumplan funciones de control, excelencia, transparencia, equidad y justicia. De haber personas afectadas, éstas han de tener la oportunidad de presentar sus puntos de vista antes de la divulgación de los hechos y, asimismo, debe contarse con pruebas exhaustivas en todo el proceso. ¿Por qué estos criterios? La divulgación de hechos incorrectos, a través de los medios, es una vía eficiente, en grado sumo, de sanción social efectiva y permanente a pesar de verse rectificaciones cuando se justifique; por lo anterior, los fundamentos han de ser veraces científica y legalmente.

Restrepo no aceptó posiciones de mando en su carrera porque “Los directores generalmente tienen que obedecer a otras presiones” en que “interviene el factor político, el económico, las relaciones públicas, una cantidad de cosas”; se lamenta que no sea concreto en los términos expuestos en el párrafo precedente. En relación con la ética existía “una prevención y era justamente lo que encontrábamos los que hicimos esa primera aproximación en el Círculo de Periodistas de Bogotá”; ahora se entiende que su orientación es práctica, se combina con la técnica y se sabe “que uno no puede ser buen periodista, si no es un periodista ético”. ¿Se refiere al informe negativo del Círculo, en 1983, sobre el periodismo judicial?