Guillermo Franco Camacho | El Nuevo Siglo
Sábado, 6 de Diciembre de 2014

SAGITARIO

Monty

Como   Monty se conocía al mariscal Bernard Law Montgomery examinado a través de Historia del Arte de la Guerra (Aguilar, Madrid, 1969), como consecuencia de estudiar el libro de Garry Kasparov titulado Cómo la Vida Imita al Ajedrez (Debate, Barcelona, 2007); ambas disciplinas se interrelacionan y un ejemplo es pertinente. Grandes militares aprovechan, en diversas batallas, la existencia de un punto débil en las filas del adversario, concentran la acción por ahí, ganan y Napoleón provocaba la debilidad mediante la artillería; la equivalencia, en el juego ciencia, se observa al atacar el peón ubicado frente al rey, inclusive sacrificando una pieza mayor, y descargar la ofensiva.

Se explica el paso del ajedrez a lo bélico. Kasparov lanza el mensaje acertado de la influencia determinante de la estrategia y la táctica en el juego ciencia y Montgomery está de acuerdo con dicho relieve en su actividad propia; sin embargo, se considera más conveniente el enfoque del militar que el del ajedrecista. ¿Por qué? Monty desarrolla diversos hechos históricos (a lo largo de nueve mil años) con mención reiterada de las nociones indicadas, es decir, es superior en lo didáctico y Kasparov pudo hacer algo similar a través del análisis de algunas partidas bien escogidas, explicando la evolución de los conceptos citados en el transcurso de las aperturas, el medio juego y el final, bajo el punto de vista de los dos jugadores. Finaliza este aparte con la mención de rasgos pertinentes, en opinión personal, a la estrategia: conexión con el largo plazo, amenazar, evitar la lucha  decisiva en dos frentes al mismo tiempo, acción interna coordinada e introducir formalmente la prospectiva y esta inquietud surge con los cambios en el armamento: Montgomery estima que las grandes unidades navales perderán vigencia frente a los submarinos y los misiles desplazarían a la aviación.

Montgomery trata, al final, asuntos de gran interés para valorar en otra ocasión. El primero es la ética y agrada que escriba porque se compromete; resume los avances logrados en convenciones internacionales y condena las masacres, en las trincheras, de la Gran Guerra y es fundamental la recuperación de los valores morales. El segundo es la Guerra Fría que algunos temen renazca y, por último, la época nuclear con su sentido disuasivo. Stalin fue el triunfador de la segunda Guerra Mundial.