Henry Bradford Sicard | El Nuevo Siglo
Jueves, 18 de Septiembre de 2014

Escoceses, a votar

 

“Momento histórico vive hoy Reino Unido”

 

Hoy es un día muy importante para el futuro del Reino Unido. Se está votando, a través de un referéndum, para que el pueblo resuelva si Escocia continúa siendo parte del Reino Unido, o por el contrario, decide que lo mejor es independizarse de éste. Con esta medida se pone en juego el futuro político y económico de Escocia, ya que de darse la separación, el impacto para el país podría ser muy grande a todo nivel. Muchos escoceses han empezado a enviar sus ahorros a otros países por el riesgo de que su dinero no esté totalmente a salvo ante la inestabilidad que puede generar una posible independencia. 

El Reino Unido está constituido en la actualidad por Inglaterra, Gales, Irlanda del Norte y Escocia; la posible salida de éste último produciría afectaciones significativas en términos de territorio geográfico (Escocia representa cerca de un tercio) y en lo que respecta a ingresos por petróleo y gas  (es el mayor productor de petróleo de la región). Otras actividades económicas que afectarían al Reino Unido, en caso de darse la separación, son servicios financieros y banca, tecnología, whisky, pesca y electricidad. Se estima que esta decisión podría impactar en más de un 10% a la cotización de la libra esterlina.

Las personas que se encuentran a favor de la independencia afirman que esta decisión sería muy favorable para Escocia, ya que podría aprovechar el buen momento económico para generar un gran desarrollo en su país y no subsidiar a los demás países del Reino Unido. Sin embargo, los detractores indican que si se presenta la separación, los escoceses deberán poner en marcha un plan de austeridad muy fuerte, con un efecto directo en el gasto público y una reforma tributaria, para poder hacer frente a los compromisos futuros; adicionalmente el costo de endeudamiento del país subiría, lo que traería consecuencias también para la población civil.

Uno de los temas importantes para analizar de darse este paso, en cuanto a política monetaria, es que deberán decidir si optan por tener una propia moneda, si se adhieren al euro o si continúan con la libra esterlina.

Muchos interrogantes se plantean en todo el mundo ante esta posible ruptura, situación que abre nuevamente el debate de los independentistas, escenario que se está viviendo de forma similar en Cataluña, que como lo comenté en una columna de Octubre del año pasado, continúa en su camino hacia una posible separación de España.

Personalmente considero que este tipo de separaciones no son positivas a largo plazo: estamos en un escenario de globalización, de unión de países y regiones, de bloques económicos, de tratados de libre comercio y creo firmemente que en la medida en la que cada región sea más robusta y unida, tendrá mejores alternativas para enfrentar este nuevo escenario comercial.

El impacto de esta posible separación para nuestra economía no será muy grande,  nuestras exportaciones a esa región son principalmente productos de agroindustria como banano, café y flores y en cuanto a las importaciones desde esa zona del mundo, se destacan productos farmacéuticos y bebidas alcohólicas; al parecer, el comercio bilateral no sufriría demasiado.