Pasan los años, a pesar de ello las ideas de Platón plasmadas en su obra La República cada día adquieren más actualidad. Así lo demuestra el mito de la caverna en el que describe unos hombres que permanecen encadenados en las profundidades de una caverna desde su nacimiento, sin haber podido salir de ella jamás y, de hecho, sin la capacidad de poder mirar hacia atrás para entender cuál es el origen de esas cadenas.
Esos hombres encadenados sólo ven sombras falaces, que simulan una realidad engañosa y superficial.
Tragedia de nuestro tiempo, donde encontramos igualmente unos hombres encadenados al sectarismo. Estos líderes atropellan despiadadamente a nuestro presidente, pretendiendo que cambie al estilo de un mago unas circunstancias, unas costumbres, con un soplo y ya.
Estos seres de la oposición han querido discriminar a la ministra del interior, Nancy Patricia Gutiérrez desconociendo que todo proyecto de ley debe ser aprobado en ocho debates según la constitución, pretenden que se apruebe en uno sólo.
Y remata la representante Ángela María Robledo anunciándole a la ministra que le “quedaban pocos días”… ¡que vulgaridad! una afirmación similar a la de un sicario.
Mínimo los colombianos deberíamos celebrar que a la mujer se le tenga en cuenta en los más altos cargos de un gobierno. Si algo valoramos es que ya no somos una sociedad machista.
Qué decir del desconocimiento que estos cavernarios hacen del ministro de comercio exterior, doctor José Manuel Restrepo, quién logra entre otros convenios una alianza estratégica entre Tecnoglass, líder en Colombia de la industria del aluminio, y la firma gala Saint-Gobain, fabricante y distribuidor mundial de materiales industriales
Para los cavernarios es más importante criticar el discurso del presidente Duque ante el secretario de Estado Mike Pompeo, que celebrar los tratados comerciales con otras naciones.
Criticaban al presidente Iván Duque por no combatir al guerrillero “Guacho”, ahora que el ejército le dio de baja, para la oposición eso no cuenta.
Carlos Holmes Trujillo, que ha logrado buenas relaciones diplomáticas con China y otros países, y principalmente ha mantenido la calma para no responder las afirmaciones incendiarias de Maduro, los cavernarios callan, sólo critican.
Cuando el presidente del consejo gremial, Jorge Enrique Bedoya, afirma “el gobierno técnico del presidente Duque está reduciendo la corrupción” los cavernarios lloran porque se les acabó la mermelada.
Muchos colombianos temían en la campaña presidencial que el presidente Iván Duque haría trizas el acuerdo de paz, en su gobierno no lo ha hecho, por el contrario ha impulsado los proyectos productivos de los desmovilizados en los espacios de capacitación con programas de desarrollo con enfoque territorial en las zonas golpeadas por el conflicto.
Ante el continuo asesinato de líderes, a la oposición se le olvida que el aumento de producción de coca en 200.000 hectáreas que el gobierno de Santos nos dejó, los disidentes y bandas criminales dominarán esos territorios eliminando a todo líder que quiera erradicar esos cultivos.
Ojalá estos cavernarios le den al presidente un chancecito de ver algo bueno en su gobierno.