HUGO QUINTERO BERNATE | El Nuevo Siglo
Martes, 3 de Junio de 2014

ARRECIFES

De rosa y oro

Como  un oasis rosa en medio del color suciedad que adquirióla campaña por la Presidencia de la República ha llegado el maravilloso desempeño de los ciclistas colombianos en las duras carreteras italianas por las que transcurrióla versión 2014 del Giro.

Nairo Quintana y Rigoberto Urán se han llevado todos los honores y la admiración nacional e internacional por haber logrado el uno-dos en la mítica vuelta italiana. Pero no solo han sido ellos los que nos han llenado de orgullo nacional, sino todos los 14 pedalistas nacionales que han participado. El jovencísimo Julián Arredondo que conquistóuna camiseta que parece escriturada a nuestro país: la de los premios de montaña. O uno bautizado para ser ganador: Winner Anacona. Y todos los integrantes del Team Colombia, el equipo nacional en el que descollaron Fabio Duarte, Robinsón Chalapud o Jarlinsón Pantano

Del Team Colombia también es Leonardo Duque, que en la última etapa, en la del paseo triunfal de Nairo en el circuito de Trieste, logróun sexto puesto que simboliza toda la evolución de los ciclistas nacionales. Ese lugar, en un embalaje masivo lanzado a más de 50 kilómetros por hora por los especialistas europeos en la materia, es más que una ganancia, es casi una hazaña.

Allíen esa posición y en los triunfos de Urán y Quintana en las contrarreloj individuales, se aprecia el moderno y competitivo ciclista nacional. Ya no son simples escarabajos especialistas en la cuesta, sino que ahora son verdaderos atletas: completos y versátiles en todos los terrenos y especialidades.

Habráaún románticos que atribuyan a la aguadepanela, a las chuguas de Boyacáo a las granadillas de Urrao el secreto del éxito. La verdad es más prosaica es puro profesionalismo, trabajo, dedicación y sacrificio. Y cambio de mentalidad, que lo han logrado entrenando en Europa desde muy jóvenes o alineados en equipos de ese continente, donde nada se deja al azar ni a la improvisación.

Ahora, que algunos políticos oportunistas reclaman que estos triunfos se los deben a ellos, es bueno recordar a quienes desde hace muchos años empezaron esta aventura. Firmas comerciales grandes como Pilas Varta o la Federación Nacional de Cafeteros fueron las que financiaron las primeras expediciones internacionales o pequeñas como Ferretería Reyna de don Lisímaco Reyna, que siempre han sido tradicionales apoyos del ciclismo.   

 

El deporte, nuevamente vuelve a ser la mejor cara del país. Y demuestra, una vez más, que es uno de los mejores y a veces casi el único medio de movilidad social de miles de jóvenes víctimas de la violencia, como Rigoberto Urán a quien bandas paramilitares le asesinaron su padre, o simplemente de la marginalidad que originan las duras condiciones de nuestros jóvenes pobres, campesinos o citadinos.

Cuántos campeones de ciclismo habráen las veredas del altiplano cundiboyacense sin poder tener una bicicleta o una nutrición decente que mejore su biotipo. O cuántos de atletismo, fútbol o de cualquier otro deporte en el olvidado Chocó. Cómo seríamos de distintos como país, si en lugar de enviar nuestros jóvenes a los campos de batalla, los enviáramos a los de entrenamiento.  

@Quinternatte