Incertidumbre arrocera | El Nuevo Siglo
Martes, 11 de Septiembre de 2018

¡Quién iba a creerlo...!
Ahora los colombianos tendremos que consumir arroz peruano. 
El asunto tiene que ver con la expedición de un Auto del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina - CAN- el 28 de junio pasado, el cual declaró que la República de Colombia continuaba en desacato de la Sentencia proferida por este Tribunal en abril de 2005, debiendo el gobierno colombiano "adoptar las medidas necesarias para hacer cesar el incumplimiento y abstenerse de emitir nuevas medidas restrictivas del comercio de arroz o de efecto equivalente”.
Eso conllevó a que el gobierno peruano, mediante Decreto Supremo No. 003-2018 de agosto 05 de 2018, dispusiera inmediatamente de la ejecución de dicha sanción, consistente en la imposición temporal de un gravamen arancelario adicional de hasta el 10% a las importaciones de hasta diez (10) mercancías de libre elección, importadas por Perú desde Colombia. 
Los productos incluidos en la disposición temporal son: malta sin tostar, premezclas para la alimentación de animales, azúcares de caña, bombones, caramelos, confites y pastillas, extractos, esencias y concentrados.
Sin embargo ahí no paró todo, los ministerios de Comercio Exterior y de Agricultura y Riego del Perú, en reunión sostenida con sus homólogos de nuestro país el 23 de agosto, acordaron que Colombia eliminara todas las restricciones al ingreso del arroz peruano; razón por la cual, “a partir del 01 de septiembre de 2018 se inició con 45 mil toneladas, hasta alcanzar en septiembre de 2022 el acceso sin límites”.
Preocupante determinación ya que el Perú siempre ha sido importador y no excedentario. Pero además, por el desestímulo que esa medida ocasiona en los arroceros de Colombia.

El Ministerio de Agricultura peruano informó que en ese país en el 2017 se produjeron 3'039.000 toneladas de paddy verde, e importaron de Uruguay y Brasil principalmente, 401 mil toneladas de arroz blanco.
En este año ya existen registros de importación de 153.000 toneladas de arroz blanco y una producción de apenas 2'590.117 toneladas de arroz paddy verde.
Entonces para enviar arroz a Colombia, ¿habrá triangulación? Es la gran incógnita.
Y mientras eso sucede, ¿en qué va quedando nuestra soberanía alimentaria?
Y por si fuera poco, el arroz peruano es más costoso que el nacional.
Sorprende al revisar las cifras en Colombia, que la industria molinera paga a nuestros productores el equivalente a 327$U.S. (Tolima) y 300$U.S. (Casanare) por tonelada en molino, mientras la industria peruana pagó a sus agricultores en la cosecha que culminó en julio pasado, 339$U.S. por tonelada en “chacra” o finca. 
Entre tanto,  nuestros arroceros continúan esperando que los anuncios hechos en el último Consejo Nacional del Arroz se hagan realidad, ya que se quejan de estar recibiendo por su cosecha el precio más bajo de la región. 
El Ministro de Agricultura colombiano, a través de la Resolución 0334, dispuso el martes anterior de $30.000 millones para el incentivo al almacenamiento de arroz. El objetivo, supuestamente, es almacenar hasta 400.000 toneladas para evitar que caigan los precios.
No obstante, la medida podría resultar inocua para el agricultor, pues ya la cosecha está un 70% en manos de los industriales quienes además, difícilmente creemos que vayan a participar.
Y en el Congreso de la República citan al Ministro y no se concretan soluciones. Se habla de acceso al crédito pero muchos agricultores no son sujetos de crédito; el precio de arroz sigue a pérdida, no hay coberturas y la incertidumbre es total.