Los proyectos en debates acalorados en el Congreso muchas veces muestran efectos contrarios a lo que se necesita porque se discuten con furia y agresividad para imponerlos con presión verbal, y en ocasiones, sin mayores argumentos. Sin embargo, el avance actual marca luces alentadoras para despertar inversión extranjera, de acuerdo con los contactos del presidente Duque en Estados Unidos; recibió confirmación del denominado Equipo ProColombia, al otorgarle crédito por US$ 2.300 Millones.

 Ojalá esos recursos vayan a entidades multilaterales del país, con el propósito de activar el fomento de empleo, encontrar nuevos caminos para una reactivación económica traducida en empleo, inversión educativa en todo el territorio nacional.     

Desde luego la ciudadanía, espera decisiones y cumplimiento para con los distintos frentes laborales, acción y cumplimiento, sin perder el diálogo demostrado por el mandatario y su estilo argumental, es preferible con aire convincente y no a lo impositivo de otros gobernantes.

Así el ciudadano común es quien celebra un fallo gubernamental, económico o jurídico, con incidencia directa en vida diaria, de una persona o de muchas ojalá en capitales departamentales y municipios.  

En todo se esperan cambios con cara a la restructuración para construir sociedad productiva, con efectos, que coloquen primero lo social y lo comunitario, que canalicen iniciativas con aire sencillo y comunicativo en distintos temas.

Buen tiempo sería aplicar transparencia a contratación de obras de desarrollo, a cargo de administraciones regionales. En todo deben responder con argumentos válidos, a los habitantes de sus respectivos lugares.

¿Y eso quién lo va a hacer?  Es el interrogante de la gente cuando se trata de obras de alta inversión estatal o de contratación con particulares; es la sensación que se tiene frente a anuncios y promesas.

Ojalá, gobernantes, tanto en lo estatal como en departamentos, vean que la ciudadanía teme engaños y, lentitud, al enterarse de obras nacionales en distintos lugares del país.

Esto se prueba con la construcción del gigante edificio para Central de Policía, en el occidente de Bogotá hace 17 años; quedó en obra negra y, negro el bolsillo del Distrito, pero llenos los integrantes del contratista de la época.       

En adelante habrá cumplimiento, si es efectiva la destinación de 4 y medio billones para educación pública, comprometida con documento firmado, hasta cumplir los cuatro años del actual Gobierno.     

Se requiere reforma educativa con alto contenido académico en todas las profesiones; está por confirmarse, control de calidad, en medio de proliferación de universidades privadas y estatales. El tema en campaña presidencial es, de momento, rumbo incierto. No se perciben novedades. 

La expresión ir al grano está sostenida por medios particulares y estatales, quienes deciden votar mantienen ideales para impulsar primero empleo productivo con respaldo salarial para cumplirle al trabajador.

Son retos, para Gobierno y ciudadanía, el ir al grano significa que el país está obligado a hacerlo, para saborear la fruta de paz verdadera, con desarrollo económico y social para 45 millones y medio o más de colombianos, al recurrir a tomar estadística del Dane en población.