Las mafias electorales

Pese a que la Registraduría Nacional logró en las pasadas elecciones agilidad y prontitud en el conteo electoral, aún continúan una serie de anomalías que falsean la voluntad popular. De hecho se escuchan voces de inconformidades desde la Guajira hasta el Amazona y desde el Cesar hasta el Chocó por la manera como los “carteles electorales” torcieron los resultados en algunos municipios.
Las inconformidades no han sido simples manifestaciones de malos perdedores, como las calificó el presidente Santos. Obviamente que se dieron casos en donde los perdedores quisieron ganar en los escrutinios. Sin embargo muchas de las denuncias y las indignaciones obedecen a la falta de transparencia de la Organización Electoral a la hora de contabilizar y escrutar las votaciones.
Antioquia, Valle, Bolívar, Atlántico, César, Nariño y Santander fueron los departamentos en donde se presentaron más denuncias sobre fraudes, pero eso no indica que en otros no sucedieran hechos irregulares más graves.
Lo que pasa es que las irregularidades no tuvieron un despliegue informativo como sucedió en los comicios parlamentarios del 14 de marzo del 2010, en virtud de que se trató de unas elecciones regionales, las cuales despiertan poco interés en los medios de comunicaciones a excepción de las de las gobernaciones de Antioquia, Valle, Cundinamarca, Atlántico, Bolívar y Santander. Al igual que los alcaldes de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena y Bucaramanga.
En otros casos, por ser municipios de difícil acceso, lo que pasa en ellos no transciende más allá de la chismografía local y por eso el país no conoce la dimensión de las defraudaciones. Por las irregularidades en un buen número de municipios todavía no se conocen algunas conformaciones de los Concejos municipales. Igual sucede con las Juntas Administradoras Locales en algunas ciudades en donde opera esta figura.
A pesar de la mejoría que hemos tenido en nuestro sistema electoral con respecto a las elecciones del 2010, este sigue teniendo grandes deficiencias y continúa infiltrado por unas mafias electorales, estructuradas por abogados, funcionarios, ex funcionarios de la Organización Electoral para cometer fraudes. Mafias que con el apoyo de ciertos caciques políticos se han expandido a nivel nacional y son los que contactan políticos para introducir votaciones adulteradas en las urnas a diestra y siniestra como si se tratara de una venta al menudeo de cualquier producto en una plaza de mercado.
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