JOSÉ MANUEL RESTREPO ABONDANO | El Nuevo Siglo
Jueves, 2 de Mayo de 2013

Reflexiones de una política social

 

Sin duda una de las políticas más exitosas, si no la más del Gobierno actual, es la estrategia de construcción de vivienda de interés social sin costo para los beneficiarios. Vale decir que el éxito se relaciona con la capacidad con la que se ha comunicado y el reconocimiento que tiene en las encuestas y en la sociedad; no tanto en sus efectos de mediano y largo plazo, donde hay posiciones diversas, halagos de un lado, pero también cuestionamientos de los efectos que puede tener.

Toda política que busque la reducción de la pobreza y la inequidad, y que abra las posibilidades a que otros compatriotas satisfagan sus necesidades fundamentales, como es el caso de la vivienda, serán siempre bienvenidas. Lo que hemos visto hasta la fecha es que adicionalmente, a diferencia del resto de las políticas del Gobierno, en el tema de la vivienda hay resultados concretos, viviendas construidas y hasta el momento asignadas. No se sabe si llegaremos a la meta prevista, pero por lo menos hay hechos.  

Las primeras inquietudes es si es o no conveniente regalar casas como estrategia de política sostenible. De un lado se pueden cometer errores en su asignación como supimos pasó en una de las primeras casas asignadas. De otro lado vendrá siempre el reclamo de “por qué no fui merecedor de la vivienda y otros sí”. Finalmente existe la duda sobre si por principio una política social de “regalo” es algo sostenible y deseable en el largo plazo. El efecto puede ser acostumbrar a nuestra sociedad a que esa es la vía, con el riesgo de desmontar cualquier otra política de vivienda con subsidios y nos devuelve a un Estado benefactor ilimitado, y que en el mediano plazo puede ser incapaz de satisfacer la necesidad.

En la estrategia de comunicaciones veníamos viendo eficaces visitas a los lugares donde se están construyendo las viviendas, recorridos de obra por parte del ministro Vargas Lleras que le llegan muy bien a la sociedad, y que dan la sensación de un Gobierno comprometido con las poblaciones, cercano y preocupado de la problemática social. Sorprendía muy positivamente la táctica de funcionarios del Estado con sus manos haciendo la forma de una vivienda sobre su cabeza e invitando a las poblaciones a hacer lo propio, con un efecto interesante en imagen.

Sin embargo, la última expresión pública de comunicaciones, al mostrar al Presidente de la República abriendo un periódico de la zona, y amaneciendo en la vivienda, deja mucho que desear. Sorprende primero, un medio de comunicación haciendo de esto una noticia y foto de primera página, pero sorprende aún más, un Jefe de Estado sometido a semejante foto. Da la sensación de algo de populismo y mucho de poca originalidad.

En positivo que se sigan construyendo buenas viviendas, pero vale hacer una reflexión por lo menos de límites e impactos deseados e indeseados en el largo plazo de esta política. ¡Y ojo con la comunicación!

jrestrep@gmail.com