"La bolsa o la vida," expresión de los asaltantes hace algunos años para intimidar a sus víctimas y quedarse con el dinero, semejante a la disyuntiva actual frente al Covid-19, entre lo económico y la cuarentena.
Determinación que se suponía resuelta a favor de la vida, pues lo económico habrá forma de recuperarse.
Sin embargo, el desempleo y la falta de ingresos han llevado a pensar en restablecer la dinámica del aparato productivo y el mercado.
¡Con alimentación y vivienda aseguradas, la cuarentena no representaría mayor problema, pero sin ello, se convierte en una pesadilla...!
Y si bien, ésta es el arma para combatir el mal, entonces debe proporcionarse a la comunidad lo necesario para hacerla eficaz.
En cada empresa, a través de un fondo especial, por ejemplo, podría haberse canalizarse donaciones de la misma empresa o aportes solidarios de sus patrones, accionistas o dueños; o cuando menos, provisionar recursos para hacer avances sobre salarios futuros, con descuentos por nómina sin intereses, y de esa forma proporcionar liquidez a sus empleados durante la misma.
Por su parte, el Gobierno colombiano quiso implementar el llamado "Ingreso Solidario", no reembolsable, pero lamentablemente se presentaron problemas de corrupción.
Finagro dispuso de una línea de crédito para pequeños productores, pero el 94% dice la Contraloría, fue a parar a otros beneficiarios.
Finalmente se optó por una “reactivación selectiva”.
Ojalá, no se disparen los contagios y las pérdidas vayan a ser mayores.
Alternativa sobre la que a través de redes sociales hubo distintos comentarios, como el del médico Estefan Aluma, quien pidió "masificar la entrega de mascarillas y guantes, y especialmente a los médicos y personal de salud proporcionarles todas las seguridades. Controlar la especulación tratándose de elementos de Bioseguridad como alcohol, N95..., etc.
Tener listas más de un millón de muestras Covid-19 con un plan masivo para su recolección; y diseñar las estrategias para el plan de convivencia."
Se trata de tomar verdaderamente "el toro por los cuernos" si se quiere retornar a la normalidad, sin mayores traumatismos y en forma pausada y coherente.
Por su parte, el columnista Humberto Campodónico, del diario La República, el pasado 22 Abril, con igual título al de este artículo, "La Bolsa o la Vida", dijo: "...con la cuarentena se reduce la tasa de contagio, más si se tiene la capacidad de hacer pruebas moleculares; suficientes hospitales, camas, ventiladores y UCI."
Pero de no hacerse, y sin los debidos protocolos de bioseguridad, cada día aumentarán los infectados y los fallecimientos.
De otro lado, lo más grave para quienes piensan únicamente en lo económico, no solo está en la falta de dinero del personal aislado, cuidando de sí mismo y de los demás, sino en la cantidad perversa de personas que no les importa infectarse y se niegan a aceptar las recomendaciones.
Quienes al exponer la vida con su conducta están cediendo a las dos opciones a la vez, porque después muertos para qué el dinero.