Sobrevolando el oeste de EE. UU., desde Atlanta en ruta hacia Los Ángeles, ruta que en una etapa de mi vida hice muchísimas veces, salta a la vista el desarrollo en los desiertos más áridos e inhóspitos de esa inmensa región. Incluso sobre Roswell, lugar al que solo los grises encontraron atractivo. Cada milla está plagada de energía eólica y se elevan las inmensas columnas de propulsión marina y unos círculos simétricos y perfectos totalmente cultivados y así se ven cientos de millas con la misma forma desde Arkansas hasta Arizona. No hay excusa para el atraso…
En contraste con la irregularidad que resalta y brota del suelo colombiano y que solamente refleja el abandono absoluto y que facilita la retoma por parte de la naturaleza de miles de kilómetros solo porque algunos decidieron que en aras de proteger la naturaleza se debe decrecer y no desarrollarse para que por ejemplo el Chocó siempre sea el Chocó y el Plateado siempre sea el Plateado.
Y, de la maleza obviamente deben brotar la miseria, la violencia, la fealdad pues para no contaminar a la naturaleza con el progreso humano, las comunidades humanas que habitan esos terrenos ancestrales colombianos deben abstenerse de desarrollarlos y los deben dejar en su en su estado más puro y natural que implica pobreza y sin ningún ánimo de progreso, sino progresismo, por parte de quienes deciden arbitrariamente destinar a sus votantes a la miseria eterna.
Pero paradójicamente… esos que quieren que no se toque la naturaleza, y que todos sigamos viviendo, así como en la época de las cavernas, pues no viven así... Esos que se oponen a todo el progreso viven como reyes, entre más lujos y derroche que cualquiera, como el caso de Francia M. y todos sus similares. Y, gastan luz, gasolina, plata, ropa y comida como si no hubiera un mañana.
Y la razón por la cual jamás saldrán de la miseria, de ese hueco jamás, -ni brutos que fueran-, y no tienen salud, comida, educación, calles, agua, luz y en general bienestar y les insisten en que se mantengan viviendo como en la época de las cavernas y que se abstengan de hacer cualquier obra de infraestructura que implique tocar cualquier forma de naturaleza es porque precisamente la clave del éxito del negocio es que todos continúen en la miseria y pobreza. Porque si el Chocó sale de la miseria se acaba con la esencia del negocio que es simplemente la misma miseria y pobreza chocoana.
Para ese propósito miserable es muy importante controlarlo todo… pues el poder absoluto corrompe absolutamente. Y, este parece ser el camino “a lo Maduro” sugerido por el tarzán colombiano G. Bolívar.
Esa es la estrategia de la política a la colombiana y la razón por la cual nada avanza sino empeora. La razón por la cual la incapacidad para prevenir los efectos de tres aguaceros es monumental. Y, siempre seguirá siendo paradójicamente la única y total responsable del atraso en Colombia al que destinaron, porque sí… a millones.
Juanfelipereyes@hotmail.com