LIONEL MORENO GUERRERO | El Nuevo Siglo
Viernes, 1 de Agosto de 2014

Táser o revólver

 

Se ha armado una gran polémica porque la Policía Nacional adquirió cien pistolas de electro choque, denominadas “táser,” así bautizadas por su inventor John H. Cover. Estos son dispositivos eléctricos, cargados mediante pilas, para controlar personas violentas sin que haya necesidad de emplear armas mortales, como las de fuego. El táser emite una descarga eléctrica no mortal (bajo amperaje) a través de dos picas unidas a sendos cables que paraliza momentáneamente los músculos del afectado, impidiendo sus movimientos y dando tiempo a la autoridad para que lo inmovilice. Un agente del orden que confronte a un sujeto que esgrime, por ejemplo, un cuchillo o un garrote, no tendrá que dispararle para defenderse y posiblemente herirlo gravemente o matarlo, sino que con un impacto del táser podrá controlarlo evitando así muchas muertes y heridos graves. El principio de esta arma es muy viejo y ha sido utilizado desde hace decenios, claro que con mayor amperaje, para controlar animales; en Colombia son los llamados “tábanos” o “porras eléctricas” que todo ganadero conoce, esas sí peligrosas y que con razón están prohibidas para utilizar contra personas por su alta potencia, pero que algunas policías del mundo emplean, inclusive como instrumento de tortura por el dolor que infligen. La reacción negativa se debe a que ha habido algunos excesos por parte de policías atrabiliarios (repetidas descargas, empleo innecesario) y a la muerte en Miami de un muchacho, hijo de colombianos, al que el táser le produjo un ataque cardíaco. Pero excesos puede haber con cualquier objeto. Un “bolillo” puede servir para matar o herir gravemente a una persona fracturándole el cráneo o para torturarla, igual las simples manos, pero instrumentos como el táser son menos letales que un arma de fuego y por eso son preferibles a ellas. El riesgo, en este caso, no está en el objeto sino en quien lo utiliza y los 100 agentes que llevarán un táser deberán utilizar adecuada prudencia como deben emplearla los miles de agentes que cargan un revólver o para el efecto un bolillo.

Llama la atención que toda innovación en la lucha contra la criminalidad, sea esta común y más si es delincuencia política y aunque el táser sea usado por muchas policías el mundo, como las escandinavas, produce un rechazo de grupos que se dicen defensores de los derechos humanos y del alcalde Petro, cuando el táser evitaría muchos heridos y la pérdida de muchas vidas, tanto de los violadores de la ley como de sus defensores. Oposición similar se ha dado respecto a los aviones no tripulados o “drones” que permiten bombardear sitios con mayor precisión que desde un avión de guerra convencional y las inevitables víctimas colaterales son menores. El táser humaniza y hace más efectivo el combate contra la criminalidad, es absurdo oponerse a su utilización.