“Hay para quienes cambio climático no es importante"
Especial preocupación la de Roberto Ramírez Ocampo hace algunos días a través del blog denominado de “La democracia ganadera, Demogán” (http:demoganblog.blogspot.com/2018/09), en su artículo "La crisis de la irrelevancia", inspirado en el último libro de Yuval Noah Harari, para llamar la atención sobre lo inundado que está el mundo de la irrelevancia.
Pero específicamente, al referirse a Colombia, esa irrelevancia en muchos temas, según él, es tan grave que "hay ganaderos para quienes el cambio climático no es importante...".
No se trata de un señalamiento a persona alguna en particular, sino, al parecer, es un jalón de orejas de orden general, pues extiende su comentario a otros aspectos tales como la necesidad de tecnología y los dilemas globales, entre los cuales está la seguridad alimentaria; a los que, manifiesta, "tampoco se les da la importancia que tienen...".
Pues bien, por considerar esta una interesante convocatoria a la reflexión, resolví compartirla con ustedes, pero adicionalmente tratar de encontrarle un porqué.
Consultadas las teorías del comportamiento social dicen que "existen ciertos tipos de personas con sistemas de actitudes tan arraigados que son casi imposibles de modificar; y para quienes lo importante pasa a un segundo plano (...)".
Teoría que al extrapolarse a la ganadería nuestra, podríamos decir que aplica muy bien, tanto así que por más esfuerzo realizado desde la dirigencia gremial buscando crear conciencia sobre dicha problemática, se ha terminado arando en el desierto por el marcado desinterés de la gente.
A eso se suma la falta de programas de parte del Gobierno con ese mismo fin.
De otro lado, los organismos multilaterales llamados a coadyuvar con soluciones en igual dirección, desarrollan proyectos aislados entre sí y cada vez más lejos de canalizarlos por conducto de los gremios.
Roberto Ramírez reclama que "como país ganadero..., pensemos con un espíritu de cuerpo, donde prime la solidaridad de las 500.000 familias... que conforman la ganadería en Colombia".
Sin embargo, antes, creo yo, hay que limar asperezas y sensibilizar al Ministerio de Agricultura para que respete los gremios dentro del marco legal y no por impulsos políticos, luego de la mala racha vivida en años anteriores a esta administración.
De otro lado, es fundamental resolver primero las necesidades básicas insatisfechas de muchos ganaderos, la mayoría medianos y pequeños, porque según la pirámide de Maslow, las otros asuntos tenderán a mirarse después.
Así mismo, la conducta individualista y la desidia para asociarse, amerita un tratamiento específico, como una de las causas más determinantes de la citada crisis.
Entonces, no existe propiamente “una regla de oro” eficaz para asegurar un cambio de actitud inmediato a nivel general, ni la motivación suficiente por ahora, que garantice una reacción a sus importantes planteamientos.
Así las cosas, la recomendación de los expertos podría sintetizarse en "crear un ambiente distendido para exponer la necesidad del cambio; seleccionar los interlocutores idóneos para que transmitan la información de forma fidedigna; persuadir acerca de hacer de esta propuesta una buena alternativa; y por último, recurrir a la técnicas de participación con el fin de inculcarle a la gente que es indispensable avanzar, trabajar en equipo y mirar más allá de los linderos de su finca.