LORENA RUBIANO FAJARDO | El Nuevo Siglo
Domingo, 17 de Marzo de 2013

Asalariadas del amor

 

Las mujeres que han decidido, por voluntad propia, por necesidad económica o por otras circunstancias de la vida dedicarse a vender su cuerpo, merecen como todo ser humano nuestra consideración y respeto.

Este debate mundial, desde la aparición del hombre se da por épocas y lo tienen que enfrentar los mandatarios locales, las familias y sobre todo los hijos.

En mi concepto, hay que coger el toro por los cuernos y enfrentar esa realidad de la raza humana, porque los animales no tienen ese problema social.

Ellas deben tener la seguridad laboral que les da el Estado a los demás trabajadores independientes y ayudarles  a sobrellevar esa circunstancia, a prepararlas y ofrecerles oportunidades de estudio y de cambio de oficio, pero sobre todo  a que sus hijos tengan iguales oportunidades en la sociedad.

No pueden ser tratadas como delincuentes porque también deberían en ese caso sancionar a los hombres que van a buscar sus beneficios sexuales ofreciéndoles dinero y en muchos casos vicios.

Hay que investigar perseguir y encarcelar a los que van de pueblo en pueblo buscando jovencitas habidas de dinero para enredarlas en la prostitución y llevarlas engañadas a vender su cuerpo, como ocurrió hace poco en Panamá, donde  las obligaron a venderse a más de 20 clientes cada una en un barco y no pasó nada. Esos traficantes son los que deben estar encarcelados, y ojalá de por vida, por el drama humano y moral del tráfico de mujeres.

Para mi es deprimente ver como exhiben a estas damas semidesnudas en las puertas de varios sitios, cuyos dueños las explotan a la vista de toda la ciudadanía, que tal vez goza con este espectáculo inhumano.

Apoyamos la  marcha se realizará el 6 de abril porque en Colombia hay un largo camino por recorrer en tema de derechos de las mujeres, de su dignidad y que si quieren tener relaciones, éstas sean libres y espontáneas y no producto de una esclavitud, a las que las someten los comercializadores de cuerpos humanos.

Se fue un amigo. Con dolor registro la partida de  Ángel Vargas, reportero gráfico del Senado de la República. Siempre jovial, atento a tomar las imágenes oportunas y noticiosas y buen colaborador con su colegas. En nuestro corazón estará a perpetuidad su mejor imagen: su  rostro sonriente y amigable. Paz en su tumba.

lorenarubianof@gmail.com