LORENA RUBIANO FAJARDO | El Nuevo Siglo
Domingo, 22 de Septiembre de 2013

La mujer rural

 

Epígrafe

“Mujer de mirada triste e incansable, que desde temprano te pones a trabajar, empezando con los niños de la escuela, después, pasar a cocinar, lavar y ayudar con la cosecha del maizal”  

Roger Vázquez

 

Tengo  la mirada triste, la voz entrecortada y el pensamiento sumergido entre los problemas de mi gente campesina.

Tuvimos que marchar, hacer cacerolazos, bloquear vías, protestar, recibir golpes, encarcelamientos, para que la dirigencia de nuestro país nos escuchara.

Triste verdad, triste realidad, preocupante el futuro del agro colombiano. Las grandes industrias, el gran capital, los intereses económicos nos avasallan, nos desplazan nos sacan de nuestras parcelas. Prima el billete sobre los intereses nacionales.

Pero como no podemos seguir de paro en paro, de lamento en lamento o llorar sobre la leche derramada, es necesario crear una voluntad política para iniciar la recomposición del sector rural mediante  un gran Pacto Agrario por Colombia. Esto es tan importante como hacer la paz con los violentos. Es beneficioso hacerlo también con los productores pacíficos. A los pequeños productores  no nos defiende nadie, estamos en manos de los especuladores de los mayoristas y de unos gremios que solo protegen los intereses de los grandes latifundistas.

El verdadero motor del agro colombiano es la  mujer campesina, de la que a mucho honor provengo, ellas como mi madre, son infatigables, con jornadas que van desde las cinco de la mañana hasta las diez de la noche, o sea más de 16 horas de trabajo ininterrumpido, que nadie en el Estado reconoce. Y  terminan como perdedoras y eso las arroja a ocupar puestos de trabajo mal remunerado en las grandes ciudades, llenas de injusticia y crueldad.

Por eso veo con optimismo que La Comisión Quinta votó en primer debate las iniciativas que promueven buenas prácticas ambientales en las entidades del Estado y garantías para acceso de las mujeres rurales a diferentes beneficios,  también se  establecen criterios de equidad de género en la adjudicación de las tierras baldías, vivienda rural, proyectos productivos, que modifica la Ley 160 de 1994.

Las iniciativas son de las congresistas Daira Galvis, Nora García y Maritza Martínez quien manifestó: “El día que la mujer campesina deje el campo, el país entero verá comprometida la seguridad alimentaria”. Los ponentes son los senadores, Félix José Valera Ibáñez, Juan de Jesús Córdoba y Luis Emilio Sierra Grajales.

Debemos seguir luchando, estar en alerta total, ojos despiertos y oídos abiertos  hasta  lograr los derechos que nos corresponden.

lorenarubianof@gmail.com